Salvemos al fútbolista Amir Nasr-Azadani

Esto es una derrota de la humanidad si los Gobiernos y sus presidentes no actúan contra gobiernos como el iraní

Amir Nasr-Azadani, el futbolista iraní condenado.

Finalizó el Mundial con todos los honores para el fútbol. Con todos los ingredientes apasionantes de una gran final. Argentina lloraba de felicidad. No cabían en sí de gozo y entusiasmo, dicen que como viven el fútbol los argentinos no lo vive nadie, tanto para bien como para mal. Messi lo sabe y bien que lo sufrido cuando venían mal dadas y no le perdonaban ni una. Que si no sudaba la camiseta, que nada que ver con la entrega de Maradona, que no amaba Argentina… ¿Y ahora? Ahora, quién es el Dios… ¿el de la mano o el del pie con sus goles de penales? Allá ellos con sus héroes.

Para mí héroes son otros. Son los hombres que defienden los derechos de las mujeres iraníes y son ahorcados por hablar, por pedir públicamente aquello que se les niega tanto a ellas, como a las personas LGTBI, ser nada más que ellas y ellos mismos. Personas con todos los derechos para ser iguales a esa otra parte de la población iraní, en este caso, pero podíamos estar hablando de tantos otros países que golpean toda clase de derechos humanos y sus mujeres o personas homosexuales que sufren su brutalidad y crueldad extrema.

Algunos ya han sido ahorcados públicamente como se hacía en la Edad Medía. Cómo consentirlo, cómo es posible en el siglo XXI que se permita, se acepte y no se haga nada contra esos países que vulneran todos los derechos humanos. Se ha hecho un Mundial donde el exterior ha sido todo brillo, artificio, gloria, lujo… Pero donde ellos han jugado, donde se ha aplaudido y reído han muerto mucha gente mientras construían y levantaban esas moles de estadios.

En esos espacios donde se ha prohibido una bandera, un brazalete con los colores de la comunidad LGTBI bajo sanción o expulsión. Pero cuando don dinero y la ambición están presentes, quién va a ganar si no la riqueza y la hipocresía de un mundo falso donde los intereses económicos están por encima de las vidas humanas.

Ahora el futbolista Amir Nasr-Azadani podría ser ejecutado por defender a las mujeres iraníes del yugo de sus leyes, de su Gobierno infame. Participó de las manifestaciones que reclamaban derechos para su país. Tras un juicio sin garantías, la dictadura islámica decidió que sería ahorcado por su “enemistad con Dios”. Sentencia que se cumplió para el luchador Majid Reza Rahnavard, ahorcado públicamente al  que más de 11 personas con las mismas acusaciones,  después de los disturbios que se llevaron la vida de cientos de personas en protesta por la muerte de la joven Amini, recordemos, al ser arrestada por la policía de la moral al quebrantar, según ellos, el código de indumentaria del país.

Está esperando la sentencia y sus compañeros de juego, qué dicen. Han oído la voz de, por ejempo, Messi, Mbappé, Cristiano Ronaldo... compañeros de peso que serían escuchados al difundir su petición de indulto. Serían escuchados porque son los amos del balón, porque mandan mucho y sus gestos llegan a todo el planeta.

Algo deben hacer, no se puede esperar a que llegue el día de la ejecución y solo quede expresar qué lástima. La pena no salva, salvan las acciones. El mundo del deporte con los futbolistas al frente, entrenadores, seleccionadores, la FIFA… debe manifestarse, hacer un llamamiento al Gobierno Iraní y pedir la liberación inmediata de este joven de 26 años. ¿No salen a la calle para celebrar la victoria?

Esto es una derrota de la humanidad si los Gobiernos y sus presidentes no actúan contra gobiernos como el iraní, mientras sus jueces informan que seguirán dictando esas sentencias sin prestar atención al revuelo creado, y la “exageración que escriben los medios” según los poderes absolutos de su Líder Supremo el ayatolá Alí Jamenei que desde 1989 ejecuta, como jefe del Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, su mano dura en Irán.

También desde Jerez y para lavozdelsur.es, alzo mi voz y grito: ¡Salvemos al futbolista Amir Nasr-Azadani! 

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