Todo apunta a que el gallego podría presidir un gobierno de dos años con elecciones anticipadas.
Hace un tiempo que no me asomo a esta ventana que me brinda lavozdelsur.es, pero ya tocaba. Atónito por el panorama político me preocupa mucho más el horizonte social porque, digan lo que digan, salimos adelante como Rambo, luchando a cara de perro con todos los recursos posibles y día a día.
Odio las olas de calor, los veranos que disparan los nervios, alteran la salud y no nos dejan pensar con claridad, malgastando con ello nuestras energías y la paciencia que nunca debemos perder en asuntos que, en realidad, no deberían ocupar ni un segundo de nuestra vida.
Centro mis esfuerzos a diario en sacar adelante, junto a mi buen compañero Ángel Jiménez, la delegación de 8 Cádiz TV en la Sierra de Cádiz, comarca que voy conociendo más profundamente de lo que esperaba.
Me sorprende que todavía no se haya estructurado una campaña potente para poner en valor, en conjunto, todos sus valores y atractivos. Ahora que los del PP hablan de poner a "Cádiz en el mapa", creo que la comarca serrana no ocupa aún el lugar que merece en la provincia. Y es triste.
Hay una clamorosa ausencia de liderazgo político comarcal en todos los partidos, es como si sus aparatos no quisieran reconocer el territorio para que no influya más de la cuenta en el delicado equilibrio político provincial.
Y lo curioso es que al frente de los ayuntamientos se han ido situando representantes de lo que se ha dado en llamar nueva política. Unidos entre ellos por su capacidad, ilusión y juventud, incluso por encima de las siglas políticas que les distancian en otros planos de acción.
Observo con enorme interés la habilidad extrema del presidente en funciones en el uso del lenguaje, los tiempos parlamentarios y cómo ha hecho caer toda la presión sobre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. ¿Con éxito?
Todo ello mientras Pablo Iglesias sortea con sus asesores problemas de su vida privada sin aparecer por la escena política.
Salvo que haya "zonas de penumbra", como dice mi admirado Miguel Ángel Aguilar, y aquí el personal haya estado negociando el gobierno "por si acaso" Rajoy fracasa en su proceso para ser investido presidente, todo apunta a que el gallego podría presidir un gobierno de dos años con elecciones anticipadas.
Y no lo menosprecien, porque Rajoy es capaz de hacer en dos años lo que no ha hecho hasta ahora. Si encima hay repunte económico, la caja de las pensiones no se va a tomar por saco, y sopla un poco de viento a favor salvo huelga general de los sindicatos, el presidente en funciones, con un PP renovado obligatoriamente, puede que progrese hacia otros resultados.
Este país vota como le da la gana. Pero nos encantan las sorpresas, con lo que el partido no ha terminado. Atentos a Ciudadanos porque Albert Rivera parece esconder algunas cartas. No lo pierdan de vista.
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