El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pone de manifiesto un notable incremento de la preocupación de los españoles por los casos de corrupción y fraude.
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pone de manifiesto un notable incremento de la preocupación de los españoles por los casos de corrupción y fraude. Un 54,3 por ciento de los españoles, 12,3 puntos más que el mes anterior, consideran este asunto uno de los principales problemas del país, siendo el paro, otra vez, el número uno con un 71,4 por ciento, algo más que en el mes de abril pero cuatro puntos inferior a lo declarado en mayo de 2016. Los temas económicos cierran este podio de asuntos que quitan el sueño en España.
Coincido con estas opiniones. La corrupción y el fraude, a todos los niveles, es repulsiva venga de donde venga. Pero siempre me ha resultado extraño que la educación no sea uno de esos asuntos que más preocupan en nuestro país. Sólo un 8,8 por ciento consideró que sí lo era en el CIS de mayo.
Por si fuera poco, el Gobierno español, con el visto bueno de las Comunidades Autónomas, aprueba un real decreto que permite que los alumnos puedan graduarse en la ESO, y pasar por tanto a Bachillerato, con una nota media inferior a cinco y hasta dos asignaturas suspensas.
Siempre he considerado que la educación es un aspecto fundamental en la vida de un país, y en una provincia como Cádiz, si cabe, aún más. Líderes históricos en cifras de paro, a pesar de los últimos descensos, alrededor del ochenta por ciento de los desempleados sólo cuenta, como mucho, con formación secundaria.
Y eso supone un lastre terrible para los parados gaditanos. Sin esa formación, resulta imposible optar a muchos empleos, y no digamos ya a trabajos que requieran de una mayor cualificación. Es un error aprobar a estudiantes con notas por debajo de cinco. Si queremos igualar el nivel, conviene hacerlo por encima y así, no tengan duda, los gaditanos estaremos mejor preparados y dispuestos a asumir cargos de mayor calidad y responsabilidad.
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