Flamenco sin ley en un colegio cualquiera

Si borran, maquillan o desdibujan la presencia de creadores, casas cantaoras o dinastías en el Flamenco, si niegan la realidad de su procedencia humilde

jose (2)

Trabajador social en Fakali, Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas

Flamenco sin ley en un colegio cualquiera
Flamenco sin ley en un colegio cualquiera

En el CEIP Padre Manjón de vaya saber usted qué ciudad andaluza y como viene siendo costumbre desde 2010, noviembre viene cargado de amplio y duro trabajo. La pandemia no ha hecho más que poner aún más trabas en el camino, que ya de por sí era tortuoso y duro. No sólo por estar ubicado en una zona deprimida, la cual forma parte incluso del listado de las ZDI (Zonas Desfavorecidas Identificadas) por parte de la Junta, ni sólo por contar con el reconocimiento como centro de difícil desempeño, donde una gran parte del alumnado presenta déficits socioeducativos, sino porque además las ratios siguen planeando alrededor de los treinta alumnos por aula. Es verdad que luego las ausencias son compañeras de clase y eso, más las expulsiones hace que las cuentas numéricas salgan, pero salta a la vista que hace falta inversión.

Como decía al principio, noviembre viene cargado de fechas, algunas de especial calado. Después de Halloween, y tras los Santos y los difuntos ha venido el Día Mundial del veganismo, que a pesar de que no lo celebran en el CEIP, sí que es especial para parte del profesorado. Eva, la tutora de cuarto, por ejemplo, lo celebra todos los días. En la sala de profesores, llena de apuntes, sillas, mesas y una pequeña cafetera donada por la conserje, le cuenta a Martín, el de Educación Física, los grandes efectos positivos que tiene en el cuerpo humano el veganismo, haciendo especial hincapié en cómo las empresas cárnicas tratan a los corderos y cómo finalmente, éstos acaban en las hamburgueserías e hipermercados. Martín escucha mientras aprovecha para pasar al ordenador el listado de las faltas de la clase anterior. Eva, mientras devora un sándwich de quinoa y setas alza su mirada al enorme calendario escolar que el profesorado colgó en una de las pocas paredes que quedaban libres.

  • Eva: A ver, Martín, ¿en tu clase qué días habéis conmemorado en lo que lleváis de mes? Yo a mis nenes les traje un pizarrón en el que hicimos un mural con el listado de patrimonios inmateriales de la humanidad en la conmemoración del día mundial de la Unesco, dibujamos un circo en el día mundial del payaso e hicimos una exposición por el Día Mundial de la Ciencia Para la Paz y el Desarrollo.
  • Martín: Yo ya tuve bastante con Halloween, Eva. Mis nenes son muy pequeños para tanto jaleo.

Al parecer, Martín no está por la labor de conmemorar mucho más, pero Eva, entusiasmada quizás por su juventud, se percata que dentro de menos de una semana se celebra el Día Internacional del Flamenco. Por este motivo, la profesora pide por el grupo de WhatsApp de los compañeros algún consejo o lluvia de ideas sobre las cuales, poder movilizar a su alumnado alrededor del Flamenco. María, la tutora de sexto se apunta, al igual que Tomás, el de tercero. Proponen crear un mural sobre el Flamenco que se instalará en el pasillo de la primera planta del colegio. Además de ello, desde Jefatura de Estudios van a proponer que los más pequeños fabriquen con papel y cartón un sombrero de ala ancha. Martín, por ayudar, pasa un link sobre la historia del Flamenco. El link da acceso a un blog que habla de las raíces flamencas que traían los romanos e incluso, los fenicios. Eva, al percatarse de la historia real del Flamenco propone entonces que el mural incluya una parte de los inicios romanos de nuestro arte, a lo que agrega Joaquina, la profesora de música:

  • A ver, Eva, es que eso es muy delicado. Es verdad que el Flamenco, que se canta en castellano tiene reminiscencias latinas por pura lógica. Nos pasa lo mismo con el árabe, pero… ¿dónde dejamos entonces la influencia negra?, ¿y la judía? Omega de Enrique Morente, por ejemplo. Ahí tenemos reminiscencia griega…

Se intensifica la conversación por WhatsApp sobre la historia del Flamenco. Han pasado varios enlaces de varios flamencólogos. Martín, un poco cansado del debate en una tarde de noviembre, a una semana de la conmemoración del Flamenco agrega:

  • Pero vamos a ver, ¿los niños se van a enfadar si hablamos de la influencia romana o fenicia? Tú deja que disfruten y aprendan un poco, que les hace falta conocer lo suyo. Mirad, tengo unos dibujos de Camarón de la Isla. Que pinten la cara de Camarón y lo expongan en cada clase.

Ramón, el director pone palmas en respuesta a Martín. Rosa, la profesora de inglés envía un emoticono de la flamenca del WhatsApp. El pescado está vendido y será en blanco, que no hace daño. Llega el dieciséis. Antonio, alumno de cuarto mira con asombro a Yeray, que dibuja un romano bailando flamenco. Flamencus plus ultra. Alea iacta est.

Moraleja: Hasta que no llegue una Ley del Flamenco donde al fin se lleve el mayor arte inmaterial de nuestra historia a las aulas, que ésta hable sin complejos identitarios o interesados, donde no se relegue tan sólo a “influencias” algunos pueblos determinantes, correremos el riesgo de que esto suceda o pueda suceder. Si borran, maquillan o desdibujan la presencia de creadores, casas cantaoras o dinastías en el Flamenco, si niegan la realidad de su procedencia humilde, si no le dan el sitio que merece… cualquier parecido con la realidad en esta historia no será casualidad.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído