A ti, estés donde estés:
Dicen que para poder reconocerte solo hay que tener en cuenta siete pasos. Demasiado fácil o tal vez esos pocos pasos para alcanzarte se hagan demasiado cuesta arriba, tal como erróneamente nos suele parecer que es la vida, una pendiente demasiado empinada.
En primer lugar, dicen que para alcanzarte tengo antes que encontrar una conexión entre ambos, lo que hará que desde el primer momento nos sintamos tan cómodos que se nos olvide lo de antes. También es imprescindible poder enfrentar las dificultades y problemas juntos, como si fuéramos uno y eso nos permitirá avanzar a ambos, o eso dicen. Cuando nos hallemos cara a cara tendremos la sensación de habernos conocido durante toda una vida, igual por esta afirmación de los que ya te conocen, estoy tan ansiosa de llegar a tu lado.
Inevitablemente, nos sentiremos atraídos no solo en lo físico, sino también en lo que respecta a lo intelectual, espiritual y carnal (espero sea cierto esto que todos aseguran). Me advirtieron también que no tendremos una relación perfecta, pero que será maravilloso ayudarnos el uno al otro a mejorar como personas y a desarrollar el don de la paciencia, el respeto y la honestidad. Pero a pesar de esto me garantizan que juntos encontraremos la paz interior, la calma, la alegría y que junto a ti no tendré miedo a las dificultades y tú, tampoco. Esto nos hará sentirnos dichosos, protegidos y en absoluta tranquilidad. Una relación única y sana a tu lado es lo prometido una vez que caminemos juntos.
Estoy segura de que todo será bueno junto a ti, que sentiré una energía inagotable y especial. Unidos hallaremos la felicidad incluso en las pequeñas cosas y nos sentiremos plenos, llegarás a quererme muchísimo como yo a ti y el tiempo al lado el uno del otro nunca será suficiente ¿Alguna vez te has llegado a sentir así con alguien? Espero estar en el camino correcto y que al final del mismo, aquí junto al mar, hallarte esperando bajo la sombra de las ramas que han de abrazarnos de por vida. Seguramente jamás llegues a leer estas letras que te escribo, aunque si lo haces espero para entonces haberme reunido ya contigo. Será mágico, algo solo tuyo y mío.
No me despido porque aún tenemos pendiente mirarnos por primera vez a través de los ojos del otro, pero si te doy las gracias por todo aquello que siendo tuyo sé que me darás, por tantas cosas que llegarás a enseñarme, por quererme como nadie, por aguantarme, por cada reconciliación, por todos esos momentos que lloraremos de risa y también de emoción. Gracias por existir, mi vida ha sido muy injusta mientras tú no has estado y ahora confío en que muy pronto se torne en algo maravilloso. Espero que a partir de ahora nos acompañemos siempre.
Nos vemos pronto, sigo el camino que trazaste para mí, espero no llegar tarde.
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