Tres personas mostrando su felicidad.
Tres personas mostrando su felicidad.

A pesar de que nos encontramos en plena jornada electoral, no voy a tratar de política: se trata de un fenómeno muy común y que a diario, hace sufrir enormemente a muchas personas. Tanto a los envidiosos como a sus víctimas. Leve o intensa, simple o compleja... La envidia nunca es “sana”. Cuando esta aparece, lo hace como un doloroso sentimiento de frustración por alguna carencia que, siendo de cada uno, nos parece que el resto del mundo no tiene, lo cual provoca que se sufra inconscientemente una gran hostilidad ¿Cuál es el motivo?

Se trata de un individuo insatisfecho que, con frecuencia, no sabe que lo es. Siente en secreto mucho rencor contra aquellos que poseen algo (belleza, dinero, sexo, éxito, poder, amor, libertad, felicidad…) lo que él no puede o quiere desarrollar. En vez de reconocer sus carencias e intentar superarse, el envidioso odia y “destruye” a todo aquel en que vea reflejado su privación. La envidia es la rabia de aquel que en vez de perseguir sus anhelos, elimina a la competencia. Es la defensa de las personas más débiles.

Infinidad de personas se sienten continuamente amenazadas por los éxitos, la vida y la felicidad de los demás y, atormentadas por la envidia, viven en una constante competencia contra todo el mundo. El deseo del envidioso tiene el mismo origen que el de un niño, simplemente desea algo porque otro lo tiene. Su sufrimiento es tal, que llega a condicionar enormemente su personalidad, su estilo de vida y su felicidad.

La envidia se manifiesta de innumerables formas. Tales como, la crítica, murmuración, injuria desdén, rivalidad, difamaciones, venganzas...Lo que una persona tiene de forma natural, con esfuerzo y sin más donde “rascar”, ellos quieren poseerlo. Una persona trabajadora, humilde, estudiante, luchadora y cuya vida esta rodeada de complicaciones, al final acaba brillando más que una que ha hallado solo facilidades a lo largo de su vida… Sin embargo se las envidia en vez de admirarlas porque han salido adelante... La envida es la versión dolorosa de la admiración.

A Lope de Vega Carpio

‒Pedro Calderón de la Barca‒

Aunque la persecución

de la envidia tema el sabio,

no reciba della agravio,

que es de serlo aprobación.

Los que más presumen son,

Lope, a los que envidia das,

y en su presunción verás

pues los que más te engrandecen

son los que te envidian más.

No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo. Elige qué quieres ser.

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