Cuando muera que me quemen como se hacen candela las matas secas del campo, cuando enferme que me den a mascar la corteza del olivo, cuando los míos tengan que irse que lo hagan con un hasta luego, cuando sea más dado el olvido que el recuerdo, que mi memoria sea capaz de retener lo que todavía no hice, cuando tenga todo el tiempo por delante, que me quede el mundo aún por construir.
Cuando mi hijo me haga abuelo, que él ya sea un hombre, cuando sienta que ya voy para atrás, que no me tiemble el pulso para cortarle al miedo las patas, cuando me crea invencible que me hablen de las miserias de los derrotados. Cuando se me escape el tiempo entre los dedos que me ayuden a comprender que la vida no consiste solamente en llegar. Cuando tenga la fortuna de ser padre que no olvide jamás que fui un niño, cuando me enamore que se me enamoren.
Cuando te cuenten mentiras sobre mí que a tí te crezca el corazón, cuando me eche abajo las rodillas que me sanen con palabras, cuando me enseñen a escribir que se olviden de enseñarme a hacerlo entre líneas, cuando comience a leer que sepa ya escuchar a los que hablan, cuando diga mi primera palabra que contenga todo el amor posible, cuando me llames por mi nombre que entiendas que otras personas estén luchando por conservar el suyo... Cuando nazca tan sólo pido que me quieras.