No pasa nada, no me inquieta que Cataluña sea independiente. Y tampoco me creo que financieros y empresarios cumplan sus amenazas y se marchen de esa tierra si triunfan mañana los independentistas. Ni pienso boicotear productos catalanes, ni dejar de viajar allí cuando me plazca, pero insisto: me da igual que se vayan, que no quieran ser españoles.
Pero antes ajustaremos cuentas porque creo que vascos y catalanes, cada uno a su manera, han conseguido siempre lo que han querido de Madrid, incluso en tiempos de Franco. Y eso ha sido en perjuicio de las otras autonomías de segunda. En España sus dirigentes políticos no han tenido lo que hay que tener después de la muerte del dictador para asumir un sistema federal en el que, por cierto, yo habría mantenido intocables la educación, la salud y el agua.
Si los catalanes apuestan por un proceso independiente tras las elecciones autonómicas de mañana (son eso, que no les tomen el pelo) y tienen problemas, allá ellos, son suyos, que se los coman con patatas pero a mí como andaluz lo que me importa es que mi tierra no es, ni por asomo, lo que quiero que sea. Y hay que agitar el sistema, porque no se dan cuenta.
Si Cataluña es independiente, un estado más, que solucionen sus propios asuntos como quieran y puedan, pero que no olviden que buena parte del éxito, de su mano de obra, y su talento tiene sangre andaluza, y africana.
A estos paisanos de mirar extraño y comportamientos ultranacionalistas los paseaba yo unas semanitas por los Balcanes para que certificaran, hablando con la gente, que van contracorriente y que si su proyecto rebasa unas líneas rojas, ya saben cómo van a terminar.
Me llama la atención una humilde plataforma (Más Andalucía) nacida ayer en Granada. Comparecieron tres jóvenes: Rubén Pérez Trujillano (de San Roque), portavoz de la misma, licenciado en Derecho, investigador de temas andaluces y autor de numerosos artículos, Cristina López Núñez, teniente de alcalde y concejala de Peligros (Granada) y Mari Trini Montes, concejala y teniente alcalde a su vez de La Zubia (Granada).
Presentaron un manifiesto titulado 'Más democracia, más Andalucía', firmado por 15 personas, ciudadanos y concejales de los nuevos ayuntamientos andaluces de las provincias de Granada, Jaén y Cádiz. La pretensión de la plataforma es “estimular la conciencia ciudadana andaluza para que los intereses de Andalucía no sean ignorados en el debate sobre la organización territorial del Estado”. Viejas ansias del andalucismo de toda la vida que nunca se consolidó por la debilidad de sus líderes y la habilidad del PSOE y el PP. Dicho sea de paso.
Mandan una nota de prensa, dos fotos, desde un correo Gmail, sin números de teléfonos a los que acudir en demanda de más información, apenas un logotipo y poco más, ni siquiera añaden como archivo anexo el citado manifiesto para conocer al resto del personal. ¿Es el renacimiento del PA? No lo sé, pero el secretario de organización estatal de Podemos y candidato a las próximas elecciones generales, Sergio Pascual (¿la alternativa futura a la rebelde Teresa Rodríguez?) se apresuró a darles la bienvenida y se comprometió a que “los diputados y diputadas de Podemos llevarán al Congreso la voz de Andalucía, defendiendo su historia y sus derechos como pueblo”. Uy, cuanta rapidez. Nada es casual, nunca.
Mari Trini Montes aludió ayer a Podemos y a todas las fuerzas interesadas en la confluencia popular y plurinacional, “para que abran las candidaturas, sean más plurales y caminen junto a los ciudadanos de a pie para activarnos como se hizo en 1977”. Concluyó asegurando que “el poder local es clave para la activación del proceso constituyente andaluz”. Hostias, nacionalismo andaluz en estado puro. Pérez Trujillano argumentó que “el nuevo tiempo exige un nuevo modelo de Estado plurinacional porque el Estado de las autonomías ya ha cumplido su función histórica. España es un país de países y Andalucía es uno de ellos.”
La plataforma apuesta por un proceso constituyente andaluz que a partir del Estatuto actual lleve al empoderamiento de la gente. Pérez insistió en que “está en juego el derecho a tener derechos y eso implica, ante todo, el derecho a tener poder”. Continuó explicando que “traducido al debate territorial esto significa exigir las competencias necesarias para solucionar nuestros problemas y representar nuestros intereses ante las estructuras estatales y supraestatales”. Vale, no les perdamos de vista.
Por último quiero contaros que el 68% de los jueces y magistrados españoles considera que la asunción de competencias en materia de Justicia por parte de las comunidades autónomas no ha sido beneficioso para la Administración de Justicia, frente al 13% que opina que sí, según revela la VI Encuesta a la Carrera Judicial por SigmaDos que se hizo pública ayer. Nueve de cada diez consideran además que los medios con los que cuentan los jueces son diferentes según los territorios.
La mayoría está a favor de reformas procesales para mejorar la lucha contra la corrupción y se opone a atribuir la instrucción de las causas al Ministerio Fiscal. El 72 % cree que en la Carrera Judicial no existe discriminación interna por razón de género y el 65 % rechaza que se establezca una cuota de nombramientos para mujeres.
Además, la práctica totalidad de la Carrera Judicial –el 91%- se muestra convencida de que los medios con los que cuentan los jueces son diferentes según los territorios donde ejercen su función, mientras que el 52 por ciento considera que las Administraciones no colaboran con el CGPJ.
Lo más duro es que los datos de la encuesta señalan que tres de cada cuatro jueces y magistrados consideran que el CGPJ no defiende de manera suficiente y adecuada la independencia judicial, aunque el 50 por ciento de la Carrera Judicial opina también que el órgano de gobierno de los jueces no cuenta con los mecanismos adecuados para hacerlo de manera eficaz. Blanco y en botella: la leche. Y lo dicen los jueces, oiga usted.
Es fin de semana y tengo que revisar la aguja de mi giradiscos, porque toca recuperar y limpiar los vinilos que tengo guardados hace años. Hay algún disco de Grateful Dead. Por eso me ha parecido bonito ofreceros esta canción, Ripple, que con motivo del 50 aniversario de la banda, han grabado la gente de Playing for change. Os va a gustar porque es el espíritu que inunda el mundo, un nuevo orden, los valores que perdimos. Una vieja canción rodando por el mundo.
Comentarios