El Presupuesto municipal de 2015 no servirá para 2015. Entrará en vigor el 29 de diciembre, a tres días de acabar el año. Se prorrogará y dará para los primeros meses de 2016. Será el segundo ejercicio consecutivo en el que haya prórroga.
El Presupuesto municipal de 2015 no servirá para 2015. Entrará en vigor el 29 de diciembre, a tres días de acabar el año. Se prorrogará y dará para los primeros meses de 2016. Será el segundo ejercicio consecutivo en el que haya prórroga. El de 2014 apenas estuvo en vigor el mes de diciembre pasado, mientras que el de este año casi no ‘tocará’ el ejercicio que ahora expira. Esta surrealista situación es inédita en la historia democrática municipal desde la Transición y tiene unos responsables: el anterior gobierno local sustentado por el Partido Popular.
“La situación es totalmente anómala, como grave es haber aprobado este pasado miércoles una previsión de ingresos y gastos del Consistorio que ya se habían liquidado antes de junio pasado”, aseguran fuentes municipales. En ese pleno extraordinario celebrado a una hora del todo inusual –siete de la tarde–, el PP se opuso a sacar adelante el ‘primer’ Presupuesto de la nueva etapa del PSOE en la Alcaldía. Si ya chirría que se permitieran esta licencia tras haber gobernado con Presupuestos prorrogados y sin liquidar las cuentas durante la mitad de la pasada legislatura, es indecente que se permitan dar lecciones al gobierno y a sus socios de investidura a la vista del desorden y el oscurantismo reinante bajo su gestión. Todo semioculto gracias a la compra masiva de voluntades e incómodos apagones informativos previo pago.
Si el esfuerzo contable ha sido titánico para el departamento de Economía –las ojeras de Santiago Galván, responsable político de esta parcela, lo evidencian-, la cosa no ha hecho más que empezar. Inmediatamente es necesario elaborar los Presupuestos de 2016, donde la alcaldesa, Mamen Sánchez, ya confía en poner al fin el ‘sello’ socialista. Entre medias, habrá que rehacer el Plan de Ajuste –con nuevos recortes– para cumplir con las imposiciones de Hacienda, que mantiene intervenido el Ayuntamiento de la quinta ciudad andaluza en población desde 2012 tras incrementar su deuda en los últimos cuatro años por encima de los 1.000 millones de euros. Jerez sigue contando con una de las grandes administraciones locales del país más morosas con sus proveedores y los intereses bancarios por las operaciones con los bancos desde 2012 son directamente obscenos –se intenta ahora que Hacienda permita su rebaja–.
Aun habiendo privatizado el agua a cambio de 80,1 millones de euros que se esfumaron en dos años de mandato, pese a haber acometido despidos masivos en el Consistorio, la deuda no se rebajó, las cuentas no se ordenaron y el caos contable es de órdago. Aun así, en ese pleno, en sus intervenciones, los subalternos de la exalcaldesa y senadora implicada por la Justicia en la trama Gürtel sacaron la recortada para disparar a todos. “Qué poca vergüenza tenéis”, les espetó Santiago Galván, harto de cinismo de precampaña y de las sonrisas de los populares porque Ganemos había respaldado al ejecutivo del PSOE en la votación. “Qué poca seriedad, que ineficacia de gobierno municipal”, vino a decir Lidia Menacho, la ‘dos’ del PP local. Y entonces sobrevoló en el ambiente la imagen virtual de la antigua secretaria de Antonio Saldaña repartiendo un par de las 8.000 entradas gratis para el freestyle de la plaza de Toros, celebrado en plena jornada de reflexión y emitido en directo por Onda Jerez, la que cuatro años antes iban a medio cerrar. Un show acrobático que nos costó a todos los jerezanos 157.000 euros. Meses después, ahí siguen: muertos de risa.
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