En muy poco tiempo tres artistas imperecederos de la provincia verán como llegan a buen puerto iniciativas museísticas de muy distinta índole en San Fernando, Chipiona y Jerez.
El gobierno municipal va completamente en serio con el tema del museo de Lola Flores. Después de distintos fiascos entre la Administración local y la familia de la jerezana universal —que hay que recordar que falleció hace ya 22 años— parece que, esta vez sí, la iniciativa va en serio, hasta el punto de que se baraja la primavera de 2019 para que el Espacio Lola Flores sea, al fin una realidad. Lógicamente, el gobierno municipal apretará para que esta nueva dotación turística (y cultural) esté antes de las elecciones municipales, no tanto por el museo en sí, sino para enfatizar que es la avanzadilla "complementaria" del futuro Museo Flamenco de Andalucía, prácticamente anexo, y de paso que la recuperación de la plaza Belén —cuyas obras de remodelación avanzan a buen ritmo, por cierto— es una realidad, tras la imposibilidad de sacar adelante la Ciudad del Flamenco, iniciativa que era la que estaba llamada a ser el auténtico motor del centro.
Como dijimos hace unos meses en estas líneas, si no hay contratiempos, en muy poco tiempo tres artistas imperecederos de la provincia —Camarón de la Isla, Rocío Jurado y la propia Lola Flores— verán como llegan a buen puerto iniciativas museísticas de muy distinta índole en San Fernando, Chipiona y Jerez, pero todas ellas encaminadas a ahondar en las posibilidades turísticas (y culturales) que sin duda pueden ofrecer estos tres artistas irrepetibles. La obra de adaptación de la Nave del Aceite, el inmueble en el que irá el museo de Lola Flores, afecta por completo a La Buena Gente, sin duda una pena porque la peña flamenca está completamente hecha a las instalaciones de plaza Belén e integrada en un barrio, el centro histórico, del que, en principio, preferiría no salir.
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