La Virgen de la rotonda

Ya estamos. Por si nos faltara poco para ahogarnos, tenemos una nueva cortina de humo. Sí, de esas que nos nublan la vista, nos hacen toser y sobre todo nos hace no ver lo que tendríamos que ver. Resulta que de nuevo sale a la palestra ese monumento que quieren poner a la Virgen María en una rotonda en la antigua nacional IV por Montealto.

Perdonen mis lectores/as, pero ahora me voy a poner en plan místico y cristiano, aunque en algunas cosas coincida con los defensores del laicismo, como es la no presencia de cuestiones religiosas en ambientes públicos. A ver. Y hablo como cristiano y es sólo una opinión personal. La Virgen María para los cristianos es una figura importantísima. También para los musulmanes. Y para algunos cristianos es la madre de Dios y la sienten de la misma manera que a su madre carnal.

No sé que les pasa a algunos católicos de Jerez (ojo, se puede ser cristiano sin ser católico) que están empeñados en sacar las imágenes de los templos. Es como si huyeran, como si les diera miedo la casa de Dios. Sólo tenemos que ver el maratón de procesiones que hemos vivido en Jerez durante este año que va a terminar. Poner una figura de la Virgen María en una rotonda es, por lo pronto, ponerla al nivel del Michelín de Caulina, del toro mohoso del Pelirón o de los caballitos de colores (los que quedan) de la avenida de Europa.

Eso por lo pronto: una auténtica falta de respeto. ¿En una rotonda? Si fuese en una plaza… pero ni eso. Es que el sitio de una imagen de la Virgen María no es ni una plaza ni mucho menos una rotonda: es el templo o la casa particular de cada cristiano/a. Exponer una imagen religiosa de tal manera es exponerla al vandalismo. Ya tenemos experiencia hace tiempo con la imitación de la gruta de Lourdes al lado del Zoobotánico.

Tampoco entiendo muy bien lo de los monumentos en las rotondas. ¿No atentan contra la seguridad del tráfico? ¿Qué pasa cuando alguien que no es de aquí llega a una rotonda (tenemos cientos) y se pone a mirar el toro, la moto, el número, los olivos o el minotauro? Que pierde atención y se la pega. Porque no hay cosa más fácil que darse un golpe en una rotonda en Jerez. Ya saben, las hacemos rectas, nada de girar, para qué. Tenemos mucha prisa. Hacer una rotonda en Jerez es actividad de alto riesgo.

A lo que voy. La Virgen, al templo que es su casa, que es donde se la respeta y se la quiere. Pero dejarla ahí sola, en medio de una avenida… lo único que sirve es para hacer política. Sí, política. Poner a la gente en contra y a favor de la Virgen de la rotonda. A dividirnos. A enfrentarnos. A echarnos a pelear a unos contra otros y a ahogarnos en una cortina de humo intencionada para cuando se revuelva el río, recoger peces.

Señores y señoras responsables religiosos de Jerez: menos imágenes y preocupénse de que los sagrarios (que ahí es dónde está Jesús de verdad, o eso me contaron desde siempre) están vacíos. A rezar, al sagrario o en casa. Y menos imágenes de una Virgen María muda que dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos cuando habla.

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