Parece que este Gobierno andaluz -lleva 35 años gobernando- no sabe ponerse en el lugar de los pacientes ni tampoco, dicho sea de paso, en el de los profesionales sanitarios.
"Nadie quiere la salud más que el enfermo" dice la frase. Y es que cuando los ciudadanos tenemos problemas de salud nuestro único deseo es recuperarla y recibir una atención adecuada ("para eso pagamos nuestros impuestos" decimos todos). Que Ciudadanos haya logrado que el Gobierno andaluz destine a la sanidad pública casi 1.000 millones de euros más en dos años tiene que contribuir forzosamente a ello. Pero el dinero sólo no basta. Para que los usuarios de nuestra sanidad se sientan satisfechos también hay que saber gestionar bien los recursos y, sobretodo, algo que va mucho antes y que tanto me repitió mi madre de pequeño: aprender a ponerse en el lugar del otro.
Parece que este Gobierno -lleva 35 años gobernando- aún no lo ha entendido y no sabe ponerse en el lugar de los pacientes ni tampoco, dicho sea de paso, en el de los profesionales sanitarios. Viendo además que la sanidad es hoy por hoy la segunda preocupación para los andaluces, habrá que recordarle que cuando alguien acude a un centro de salud o a un hospital, no lo hace por gusto, sino por necesidad.
Como cargo público, ponerme en el lugar de los casi 9 millones de andaluces para mí es una obligación. Y debería serlo también para el resto de los políticos. Porque para nosotros (más si cabe para los que gobiernan) ese otro son los andaluces, los que nos han elegido para identificarnos con ellos, ser sensibles y compartir sus sentimientos. Queramos o no queramos. Se llama empatizar. Una palabra que guarda posiblemente la respuesta (y nuca mejor dicho, el tratamiento) para muchos de los males que lleva padeciendo la política y sufriendo los ciudadanos.
Sergio Romero es parlamentario andaluz de Ciudadanos.
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