Vamos a partir de una verdad sin paliativos, el Ayuntamiento de Jerez no puede ni podrá pagar su tremenda deuda de mas de 1.000 millones de euros. Lo han reconocido así la alcaldesa, muchos políticos y algún que otro economista como Jose Carlos Díaz durante la presentación de su libro en Jerez. Eso es muy fácil de entender tan solo analizando los datos que ellos mismos publican en su web (http://goo.gl/o5fg7V), allí dicen que en 2013, por una u otra cosa, el Ayuntamiento recibió 271 millones de euros. De eso, dedicó a pagar la deuda unos 24 millones (aunque todo el mundo sabe que esos presupuestos son irreales, inasumibles, pero los vamos a utilizar porque son sus datos). Si deben 1.000 millones y se pagan 24 al año harían falta unos 42 años para pagar esa deuda.

Si tenemos en cuenta que los suministros suben, que Jerez tiene una actividad económica nula, por tanto lo que se cobra por impuestos no va a subir, que se han vendido las empresas que como Ajemsa generaban ingresos, que la deuda genera unos intereses que la hace engordar mas cada año, ese cálculo fácilmente se puede llevar a unos ochenta años o más. Además ése cálculo se aumentará gracias a la gestión económica que hagan los actuales y futuros gobernantes. En la actualidad lo han hecho tan mal que después de un ajuste brutal la deuda ha subido en vez de bajar y el déficit también, por lo que ya el cálculo de años se hace inalcanzable.

Entonces uno se pregunta qué es lo que se puede hacer. Veamos lo que pasa en la empresa privada, paradigma de buen funcionamiento para los grandes economistas de nuestro sistema económico social-liberal. Si una empresa se arruina, por la situación económica o por la mala gestión de sus dirigentes, el sistema le deja hacer en primer lugar un concurso de acreedores, eso es que dejan de pagar y se ponen en manos de un juez que nombra a un gestor que es quien administra la empresa desde ese momento y, si no se arregla la situación, la liquida, repartiendo entre los acreedores lo que quede de patrimonio.

Las instituciones públicas, como nuestro Ayuntamiento, no pueden hacer eso y menos después de la modificación de la Constitución que hicieron PP y PSOE hace dos años. Pero eso sería una solución temporal, no arreglaría la situación municipal sino que la aplazarían y aumentaría el importe de los intereses bancarios. 

Cuando esto no arregla la situación se llega a la quiebra, eso es cuando lo que se tiene es menor que lo que se debe y la empresa no tiene ingresos suficientes para pagar sus deudas, es decir la situación de nuestro Ayuntamiento, ¿que se hace entonces? Veamos, las cajas de ahorro llegaron a una situación limite parecida, unos 100.000 millones de € les han inyectado desde el BCE (Banco Central Europeo), directamente, sin posibilidad de devolución, eso es una ayuda directa, sería mandar dinero al ayuntamiento de forma directa, para pagar la deuda. En nuestra actual democracia lo hizo una vez la Junta de Andalucía.

El origen del dinero es el mismo, es de los ciudadanos, y el destino el mismo, lo cobrarían los bancos que son los principales acreedores de nuestro Ayuntamiento, pero sanearía las cuentas de los ayuntamientos en vez de engrosar sólo las de los bancos. Otra forma, donde no hay que poner en principio dinero público, son las quitas, aunque hay miles, traigamos aquí solo algunas: Pescanova por ejemplo pide una quita (que le perdonen los bancos) de unos 2.000 millones, un 60% de la deuda, ésa empresa privada cuando ha ganado dinero lo ha repartido entre sus accionistas y sus gestores. En los últimos ejercicios, en los que ya la empresa iba mal, se subieron el sueldo unos escandalosos porcentajes:el 20% o mas.

Esto no es una excepción, se pueden ver miles de casos en nuestros medios de comunicación, el mas reciente en Jerez con Rochdale. Bien, pues para salvarla piden que los bancos les perdonen un 60% de su deuda, 2.000 millones, y entonces nos hacemos la inevitable pregunta, ¿Porqué se le puede hacer eso a una empresa privada que cuando ha ganado dinero se lo ha quedado y no se puede hacer con un Ayuntamiento?

Evidentemente la ley no lo permite, pero ¿es justa esa ley que permite hacer una quita a una empresa que puede ser propiedad tanto de amas de casa como de narcotrafitantes y no permite esa misma quita a una institución propiedad de los ciudadanos?

También cabe preguntarse entonces si una quita sería una actuación correcta de una institución publica. Veamos, primero, la forma en que se ha llegado a ésa deuda brutal es por el despilfarro y la mala gestión de todos los representantes públicos, no por los ciudadanos que la padecen, por lo tanto no puede ser responsabilidad de éstos asumirla. Y menos aún cuando estos representantes públicos no van a pagar por su ineptitud o deshonestidad. Segundo, el Ayuntamiento no puede paralizar infinitamente sus actividades para pagar algo interminable porque se engorda a sí mismo, esta institución está para dar servicios a los ciudadanos y no ser una maquinaria de generación de beneficios de empresas privadas. Y tercero, los únicos perjudicados de una quita serían los bancos, pero lo que no cobrarían sería el dinero que les ha dado el BCE para salvarles de su pésima actuación en el boom del ladrillo, por lo que su deuda tampoco tiene mucha legitimidad.

Por todo esto, debemos considerar la quita como una de las formas de arreglar la desastrosa situación económica de nuestro Ayuntamiento.

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