Susana Díaz, la teatral presidenta de la Junta de Andalucía, dice tener claro que las industrias militares y las bases nucleares de Rota, Morón y Gibraltar "dan empleo" (a pesar de los centenares de despidos de personal español en las bases). Seguramente, el próximo día 15, en la inauguración del Aerospace and Defense Meeting de Sevilla, se vestirá en modo presidenta feliz y sonreirá metálicamente ante las cámaras de la prensa amiga de la OTAN para presentar ese esperpento más de los fabricantes de armas.
Y es de suponer también que Susana Díaz estará contenta con las últimas noticias relacionadas con la ampliación de la base de Rota como consecuencia de la salida de Inglaterra de la Unión Europea y el desalojo de efectivos de la OTAN de la base de Nortwood. Es decir, es ya noticia que la base de Rota se va a convertir, además de todo lo que ya es, en base naval de primer orden para las operaciones militares de la UE, aspirando también a ser base central de la operación Atalanta, etcétera.
Pero además, y mientras tienen lugar estos peligrosos anuncios y va creciendo, imparable, el insaciable parásito de la humanidad que es la Base de Rota, no olvidemos que el hecho es que, con brexit y sin brexit, la instalación militar sigue cumpliendo fría y rutinariamente —entre el regocijo del PP y la cínica complicidad del PSOE— su papel militar más agresivo que nunca: 1) bombardeo de Siria el 14 de abril pasado; 2) directa participación del portaviones Juan Carlos I en la guerra de Irak; y 3) participación de Rota en los constantes despliegues navales norteamericanos en el Mediterráneo Oriental.
Cospedal señala a la luna de la seguridad y de la paz interestelares, pero nosotros no miramos tampoco al dedo, como ella quisiera en su belicista mandato del Ministerio de Defensa, sino a lo que ya es la Base Aeronaval de Rota: una base de operaciones de la OTAN implicada hasta la médula en las guerras de Oriente Medio: “[El portaviones español Juan Carlos I] ha puesto rumbo a Kuwait y, en sus hangares, los cinco helicópteros de transporte de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), tres ‘Chinook HT-17’ y dos ‘Cougar HT-27’, que desplegarán en la base iraquí de Camp Tají, donde se inetegrarán, con las unidades del Ejército de Estados Unidos (US Army), en la operación ‘Inherent Resolve’, de lucha contra el yihadismo”
Por todo ello, sorprende un poco la esperada pero suave crítica de Podemos-Cádiz a la base nuclear de Rota, denunciando que el nuevo cuartel no generará empleo, cuando lo que quizás debería haber denunciado es, en referencia a la base y a Navantia-Arabia Saudí, la militarización extrema que padece la provincia de Cádiz.
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