La luz del mar

Paco_Sanchez_Mugica.jpg.200x200_q100_box-190,0,950,760_crop_detail

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

La Autoridad Portuaria rehabilitará el Faro de Trafalgar y el edificio de la Estación Marítima de Cádiz
La Autoridad Portuaria rehabilitará el Faro de Trafalgar y el edificio de la Estación Marítima de Cádiz

Actualmente, la Asociación de Amigos de los Faros de Andalucía está llevando a cabo varios proyectos para dar a conocer los faros y su historia.

Ahora que ya acaba el verano y comienza la época otoñal (otra vez la rueda del tiempo, que nunca deja de girar), me he acordado de los faros, los cuales, durante centenares de años han servido de orientación y guía a los navegantes que se acercaban a tierra. Hace más de dos mil años, los romanos construyeron “Caepionis Turris”, una enorme torre situada en la actual Chipiona que cumpliría la misión de servir de guía a las naves del Imperio Romano. Luego serían los Almorávides quiénes sembrarían toda la costa mediterránea de altas torres para divisar las posibles invasiones enemigas por mar.

Actualmente, la Asociación de Amigos de los Faros de Andalucía está llevando a cabo varios proyectos para dar a conocer los faros y su historia. Sin duda es un tema muy interesante, pues en la mayoría de los casos, son edificios de un gran valor arquitectónico y no pueden quedar en el olvido.

Los faros esconden la magia de aquellos que se dedicaron al oficio de farero, oficio que ya, salvo algunas excepciones, sólo queda en el recuerdo. Muy pocos faros quedan habitados, entre ellos, está el de Chipiona, y aunque es el más alto, no es el faro habitado que se encuentra a más altitud en Andalucía. Tendríamos que recorrer casi toda la geografía andaluza para encontrar el faro a mayor altitud de España, en uno de los puntos más altos del Parque Natural de Cabo de Gata: Nijar, Ahí se encuentra el faro de Mesa Roldán. Y así, toda una red de altas torres (187 exactamente) a lo largo de nuestras costas que iluminan las noches del mar. Mi favorito es, por varias razones, el faro de Trafalgar.

Tengo que decir que la primera vez que vi uno (era yo un niño aún) me pregunté para qué serviría aquella torre tan alta, y si viviría alguien dentro. Pensaba, entonces, en aquella imagen romántica del farero aislado, solitario e incluso algo huraño. Pero después de conocer a uno de ellos, mi visión sobre los fareros cambió radicalmente. Para esas personas, vivir en un faro es como vivir en una casa cualquiera, con la salvedad de que el trabajo lo tienen en su propio hogar (o viceversa).

Aunque en estos tiempos tan tecnológicos existe el GPS y varios sistemas electrónicos más, los antiguos faros siguen ofreciendo una exactitud de localización que puede salvar, en un momento dado, a embarcaciones en las que se estropeen los sistemas electrónicos de navegación. Ahí estuvieron y ahí siguen, en pie, y espero que por mucho tiempo más, dando luz a la oscuridad de la noche marítima. 

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído