La lucha de Paco Algora

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30 de marzo de 2016 a las 22:10h

Este miércoles, me levanté con la triste noticia del fallecimiento de Paco Algora. Llevaba tiempo luchando con su enfermedad, un jodido cáncer de pulmón que se lo ha llevado por delante este primaveral 30 de marzo, en el hospital de Puerto Real.

Revistas especializadas en cine y medios de comunicación generalistas se han hecho eco de esta pérdida, incluso en Twitter está siendo tendencia este gran actor afincado en Vejer de la frontera. Quién le iba a decir, hace bien poco, al bueno de Paco, que sería noticia de nuevo y que las redes sociales se llenarían de homenajes dedicados a él.

La realidad es que Paco Algora, llevaba muchos años en el olvido, un olvido impuesto, porque según decía, y cito textualmente: "No actúo porque no me llaman, hace mucho que no me llaman". Fue una persona fiel a sus ideales, un humanista y un gran intelectual. Un actor que trabajó con Fernando Fernán Gómez, Juan Antonio Bardén, José Luis Garci, entre otros tantos, y que aspiró a un premio Goya por su papel secundario en la película Barrio, de Fernando León de Aranoa. Quizá muchos aún le recuerden como el fraile convertido en bandolero de Curro Jiménez. También publicó poesía y participo en varias antologías.

El que esto firma, tuvo la suerte de coincidir varias veces con el protagonista de este artículo, en lecturas poéticas y eventos culturales. La última vez que lo vi, iba caminando con un periódico bajo el brazo y varios libros en la mano. Tuve la oportunidad de sentarme y tomar unas cañas con él, y escucharlo. Hoy en día se escucha poco a los que saben. Escuchar es una forma de aprender, y Paco siempre fue muy esclarecedor. Por su manera de pensar y de actuar, fue incluido, según él, en "la lista negra", Paco decía que había muchos en esa lista, todo intelectual que no le siguiese el juego al Sistema. Y me puso el ejemplo de otro actor: Willy Toledo.

Me parece muy bien ver a toda esa gente que ayer, por un motivo u otro, tenían olvidado a Paco, recordándolo y alabándolo hoy públicamente, nunca es tarde, pero soy de los que piensan que esas cosas mejor en vida, ya que Algora pasó unos años muy perros, en muchos sentidos.

En fin, no quiero profundizar en ese tema, porque ya poco importa, pero nunca está de más sacar a relucir la hipocresía que, a veces, muestra esta sociedad, en este caso con sus artistas. Y es que tiene narices, que un gran actor, el cual participó en tantísimas películas y series, tenga que fallecer para que lo rescaten del olvido que le impusieron. Qué injusto ha sido este país con Paco Algora.