Una forma de vestir, de pensar, de actuar. Pasado y presente sin futuro en un escenario necesitado de una renovación urgente e imprescindible.
Ya con uso de razón me alegré de aquel cierre, representaba lo contrario a mis gustos y al carácter que imprimía. Después también me he alegrado de otros cierres que no aportaban nada, con modelos de negocios estándares y descomprometidos con la realidad local. He aprendido que el renacer del Conjunto Histórico y del Intramuros pasa por un futuro alternativo.
Nuevamente alarmados por la reciente huida de más firmas comerciales del centro, a veces, se desplazan a la periferia, un matiz que no puede pasar desapercibido. Una dinámica que comenzó hace décadas, primero los vecinos, después los conjuntos bodegueros, más recientemente el comercio. Una huida a la que no le vemos el final y cuyos efectos más visibles son el vaciado y el deterioro del espacio más emblemático e identitario de Jerez.
Reconocer esta situación, detallar su diagnóstico, está prohibido o no bien visto. Esa es mi experiencia. Sin embargo, es obvio que antes de actuar debería analizarse con rigor y debatir sobre la situación para saber ¿qué es lo que pasa? ¿por qué ha pasado? No tiene sentido hacer por hacer, repetiríamos errores o actuaríamos sin un modelo. Que nadie dude: no hay modelo.
Una situación actual compleja, crónica, que no es fácil de solucionar, y que se define por la falta de atractivo. Si algo no te atrae no te acercas, te alejas. Si los resultados económicos no acompañan te vas, cierras, este es el sistema en el que sobrevivimos.
Se van por razones incuestionables como son los intereses económicos y por la ausencia de futuro, es decir, por la incapacidad (también crónica) de articular un horizonte atractivo. Hay que formular un nuevo Modelo al que, no solo se ha de llegar desde el urbanismo, sino desde posiciones y disciplinas integradoras trabajando con y para la ciudadanía. No valen actuaciones puntuales que no atiendan un marco general, ni más cortinas de humos con los vecinos, ni con los valores patrimoniales, ni con la movilidad, ni con tantas cuestiones que quedan fuera de las 400 palabras.
La generación Rianal no debe ser una constante inamovible del prototipo de jerezanía, en todo caso, admitir que ha sido una moda pasajera, caduca, obsoleta que urge renovar. Es necesario y urgente un nuevo modo de abordar y resolver estas complejidades urbanas y las soluciones no llegaran de fuera, las tenemos entre nosotros, aquí.
Infusiones Urbanas es un estudio de arquitectura formado por Irene Luque y Jorge Izquierdo.
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