Brandon Stanton empezó el proyecto Humans of New York en 2010. Creó una especie de “Facebook” auténtico, un catálogo, como él mismo lo llama, de neoyorquinos y sus historias. En estos cinco años, su proyecto se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales, y el libro Humans of New York. Stories, publicado en octubre de 2013, en uno de los más vendidos. En un principio, sólo se trataba de recopilar las fotografías, pero poco a poco, las fotos comenzaron a ir acompañadas de una pequeña cita del fotografiado, o de su historia contada en unas pocas frases.
Así es como se forjó la esencia de Humans of New York. El caleidoscopio de culturas, razas y personalidades que conforma una ciudad como Nueva York es el protagonista de este fenómeno, lo que Brandon quería mostrar; pequeñas dosis de humanidad necesarias en un mundo como el nuestro.
Stanton no es periodista ni tiene una gran pericia técnica como fotógrafo. Pero sí tiene la capacidad de conectar con la gente. Como todo, a medida que fue haciéndose más conocido, los neoyorquinos se hacían más receptivos a colaborar con él, a dejarse fotografiar y a contarle sus historias.
En diciembre de 2015, Stanton llevó su proyecto a un nuevo nivel. Quiso contribuir a la visibilidad del drama de los refugiados a través de Humans of New York, y durante unos diez días publicó fotografías e historias exclusivamente de personas refugiadas en EEUU. Su objetivo: dar visibilidad, sensibilizar, concienciar.
Sus detractores dirán que es cursi, que emplea el drama de forma sensacionalista, etc. Yo creo que Stanton hace lo que no hace casi ningún periodista: contar las historias de la gente de la calle, lo que la ideología dominante, o como queramos llamarlo, no quiere que veamos. Es una labor necesaria y valiente.
El proyecto de Brandon nunca fue pretencioso. Su mismo nombre lo dice: Humans. Una palabra tan simple pero tan poderosa, y que se nos olvida.
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