El juego, la lotería y otras mentiras

Un bombo del sorteo de Lotería de Navidad, en una imagen de archivo.

Esta semana un anuncio de la tele me ha llamado especialmente la atención. Se trata de La Guinda, una APP que te asegura los boletos de la Primitiva y la Bonoloto, de tal forma que si te toca te cubre la parte que le corresponde a Hacienda por el IRPF. Este seguro cuesta entre 15 y 40 céntimos dependiendo del boleto. Quien juegue y no esté bien informado, que será casi la totalidad de jugadores porque alguien que esté bien informado no jugaría, verá este servicio con buenos ojos. Sin embargo, aunque no se pueda decir que es un timo porque es perfectamente legal, sí es un atraco a mano armada.

La principal razón para afirmar esto es que el tipo de lotería que asegura también lo es. Aunque parezca fácil que te salgan 6 bolas concretas de un bombo de 49, prácticamente es imposible. ¿Qué te hace falta para ganar el primer premio? Como el orden de aparición da igual, para empezar, debes acertar una bola, 6/49. Con una bola menos deberás acertar una de las siguientes, 5/48. Y así con las seis bolas, de tal forma que la posibilidad de que te toque sería multiplicar 6/49 x 5/48 x 4/47 x 3/46 x 2/45 x 1/44. Esto da una posibilidad entre 13.983.816.

Si es cierto que la tercera parte del país juega a este tipo de loterías, lo normal según la esperanza matemática sería que le tocase a una sola persona, pero no tiene por qué. En el último mes, de los 10 sorteos celebrados en la primitiva, 4 de ellos no contaron con ganador del primer premio. Y en lo que llevamos de Bonoloto en mayo, de 13 sorteos solo tocó el primer premio en dos. De todas formas, incluso con ganadores a la casa le sigue saliendo rentable.  Según los últimos datos de la Dirección General de Ordenación del Juego referidos a 2019, la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELEA) obtuvo ese año 3.416,7 millones de euros en beneficios.

Salta a la vista que la lotería y los juegos de azar son un negocio redondo, sobre todo cuando además existe un número importante de ludópatas. De ahí que exista una regulación fuerte que haga que solo la Selea y la ONCE puedan vender lotería como tal, ya que la entrada de otro operador privado podría suponer un serio problema de salud pública y otro de redistribución de renta. La única forma de poder sacar tajada de la lotería es indirectamente, y La Guinda a dado con la clave.

El seguro al fin y al cabo es un recargo sobre el boleto, que aumenta tanto su precio como el (prácticamente im)posible premio. Sin embargo, es todavía mejor negocio. Hay que recordar que los premios de la lotería cuentan con un mínimo exento de 40.000 euros en el IRPF. En muchas ocasiones los segundos premios no llegan a esta cifra, y si lo hacen tampoco se alejan mucho, por lo que los impuestos a pagar son mínimos. Mientras que la administración de lotería tiene que pagar hasta quintos premios y reintegros, el seguro se limita al primer premio y a una parte nimia del segundo.

Por último, pienso que este tipo de productos y sus campañas publicitarias degradan la imagen de Hacienda, cuya labor recaudatoria es esencial para el sostenimiento de los gastos generales del Estado, ahora más importantes que nunca. Adicionalmente inculca dos ideas igual de dañinas para la sociedad, la primera y más obvia es que los impuestos son un robo y por lo tanto son malos. Y la segunda es que, por un simple golpe de suerte o por saber realizar la apuesta correcta, puedes volverte rico sin el mayor esfuerzo. Quien crea todo esto, actuará en consecuencia.

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