Joaking

En el caso de Joaquín, existe un sector de la sociedad española que sigue sin entender su carisma ni apreciar su talento como futbolista

Joaquín besando el césped del Benito Villamarín en su último partido en el fútbol profesional.

La actitud de los aficionados nunca engaña, identificando de forma clara a sus referentes y ofreciéndoles el máximo aprecio. También, la provincia de Cádiz es tierra de creatividad, arte y luz, haciendo de la necesidad virtud para cualquier vicisitud de la vida.

Si se unen en una ecuación el aprecio de los aficionados del deporte rey y el sentir gaditano me viene a la mente el nombre de Joaquín Sánchez Rodríguez. Obviamente, desde el pasado domingo, se encuentra retirado del fútbol profesional. Pero, su manera de jugar al fútbol y su carisma son dos virtudes imperecederas.

Nacido en El Puerto de Santa María y criado en el barrio de FERMESA, su tío “El Chino”, mediante primas de suculentas pesetas por gol, fue la persona decisiva para que cambiara el Alberto del SAFA por la pasión y la gloria de las trece barras verdiblancas.

Miguel Valenzuela le dio la formación y la confianza necesarias para llegar a la élite, destacando de forma notable en la cantera del Real Betis Balompié. Entonces, desde su debut en Compostela hasta su despedida en el Benito Villamarín, han transcurrido 622 partidos oficiales de Liga y 77 goles. Durante dos décadas de carrera deportiva, Joaquín ha alterando las noches de Champions League con varias Copas del Rey y duros momentos, como aquel penalti del Mundial de Corea. El fútbol siempre ofrece las dos caras, como la vida misma.

Asimismo, el humor y Joaquín son dos realidades paralelas. La hipnosis de una gallina, los chistes desmedidos y la participación en distintos shows han captado la atención de la audiencia. Sin embargo, en el caso de Joaquín, existe un sector de la sociedad española que sigue sin entender su carisma ni apreciar su talento como futbolista, básicamente porque no ha jugado en un “grande” ni ha ganado los títulos del Santo Grial (Liga, Champions, Mundialito….).

Si bien es cierto que tiene sus defectos como cualquier otra persona, Joaquín Sánchez es una persona excepcional y auténtica. En definitiva, un futbolista por el que muchos aficionados han pagado una entrada para verlo en acción. Y que me perdonen sus detractores, pero me comprometo a decirles a mis nietos que “yo vi a jugar a Joaquín el del Betis”.