Los medios de comunicación en los últimos días se han hecho eco de distintas cuestiones que se ven íntimamente relacionadas con el Derecho penal. Esto no es ni mucho menos novedoso. Suele ser uno de los principales temas, despejando de la ecuación a la Covid-19 que no solo monopoliza los telediarios sino también nuestra vida y nuestra forma de vivirla. Y parece que queda bastante para que eso deje de ocurrir.
Veíamos cómo Pablo Hasel era requerido para que ingresara en diez días en prisión de manera voluntaria, y también presenciábamos a consecuencia de ello cómo múltiples colectivos y personas individuales ponían el grito en el cielo ante esta cuestión. También desde el ámbito del Derecho ha habido quien se ha pronunciado sobre este asunto aludiendo a que el pronunciamiento del Tribunal Supremo va en contra de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional e incluso de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Pero no debemos olvidar que los votos particulares (parte de la sentencia en la que uno de los jueces expone que está en desacuerdo con el resto) que también señalaban estos extremos han sido minoría en la tramitación. Y habrá que ver qué camino sigue el procedimiento que, con el recurso de casación de Pablo Hasel íntegramente desestimado, le aboca a lo que comentaba al inicio de estas líneas.
Y, por otro lado, ayer miércoles 3 de febrero saltaba la noticia con respecto a Luis Bárcenas y la entrega de información a la Fiscalía Anticorrupción. Tras un camino procesal de muchísimos años, parece que este último capítulo de la historia producirá un inmenso giro en el iter de distintos procedimientos judiciales. Bárcenas se encuentra en prisión cumpliendo el ya firme pronunciamiento de Gürtel primera época, lo que no es sino otra mención más al derecho penal.
La conclusión que obtengo de estas cuestiones es que el Derecho penal tiene cada vez más importancia en nuestro día a día, en las conversaciones de la barra del bar, en nuestros tweets y nuestras stories de Instagram. Y, sin embargo, poca formación sobre este campo del ordenamiento jurídico tienen los ciudadanos de a pie. Sobre este campo del ordenamiento jurídico, o sobre ninguno. ¿Debe el ciudadano de a pie tener más conocimientos jurídicos? ¿Querría éste obtenerlos? ¿Debemos los profesionales del Derecho esforzarnos para que se nos entienda?
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