El protagonista de 'Granizo', serie de Netflix.
El protagonista de 'Granizo', serie de Netflix.

Este fin de semana me recomendaron una película argentina de estreno en Netflix para basar mi columna. Dado que es la única petición seria que he recibido este mes, la he aceptado —ahora que se acerca la Semana Santa también me retaron a que escribiese un artículo incendiario hablando de “muñecos de madera”—. La película en cuestión es Granizo, la historia de un meteorólogo que después de 20 años acertando pronósticos comete un fallo garrafal. Si bien el mensaje de la película es que por muchos aciertos que acumules siempre te van a juzgar por tu único fallo, reflexión que ya introduje en mi Amazing artículo de la semana #100, encierra también cierta reflexión al respecto de la histeria colectiva y los linchamientos.

En cierto modo, parece que toda sociedad necesita un chivo expiatorio al que culpar cuando sucede una catástrofe. En la película era un meteorólogo, en la música suele ser Yoko Ono y en el mundo real siempre es el Gobierno. Sin embargo, da la casualidad de que esto último solo se aplica cuando gobierna el PSOE. Curiosamente, hay veces que el PSOE se convierte en el chivo expiatorio aunque no gobierne. Por ejemplo, este fin de semana en una visita que hicimos a la agrupación de Algeciras, apareció una vecina de la localidad quejándose de que se había torcido el tobillo con un socavón y que a ver si arreglaban las calles ya, que esperaban siempre a las elecciones. Como es fácil de comprobar, allí gobierna el PP.

Puede que esto último se deba a que el chivo expiatorio por excelencia es personalmente Pedro Sánchez, quien por exhumar a Franco desató una pandemia, la erupción de un volcán, fuertes heladas, una crisis en el tráfico internacional de suministros, una guerra y una crisis energética mundial. A todo esto, hay que sumarle ahora la erosión del acerado de Algeciras. Puede parecer una broma desfasada, pero la última vez que vi un post diciendo que todo lo malo que nos pasa es producto de la exhumación fue la semana pasada.

Es un mensaje que va calando a goteo. Da igual cuantos aciertos acumules: subida del SMI, los ERTE, reforma laboral, presupuestos, ingreso mínimo vital, revalorización de las pensiones… Siempre serás mal gobernante por cosas como que caiga granizo del tamaño de pelotas de golf o que suba el petróleo, cosas que no pasarían si no gobernaran los rojos social-comunistas. Obviamente, la crisis financiera mundial del 2008 fue culpa de que estuviera ahí Zapatero. Seguro que Yoko Ono también estaba afiliada al PSOE. Por todas estas cosas hay que echarles, con los españoles de bien esto no pasa. ¡Dimisión ya!

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