Generación Millennial

Estudiantes en la Universidad de Cádiz, en el Campus de Jerez.

En apariencia, los jóvenes tenemos una energía desbordante y las ganas de comernos el mundo, y también la generación que nació en los años 90- de la que formo parte- es hija de las nuevas tecnologías que usamos a diario, los llamados millennials. Sin embargo, hay una pregunta que está en el aire. ¿Viviremos mejor que nuestros padres?

Con respecto a los recursos, un clic de ratón o pantalla táctil nos separa de un mundo nuevo y paralelo. Tanto es así que esta pandemia ha demostrado que una cita online puede ayudar a resolver un asunto entre un profesional de Jerez y otro de Estambul, por ejemplo. De forma continua e instantánea, nos esforzamos en ofrecer respuestas eficientes y ventajosas para otras personas a las que tenemos en nuestro entorno. Nuestra mentalidad es global, tenemos el mundo por bandera y una capacidad de resiliencia extraordinaria. Desde un plano material y creativo, tenemos motivos para la esperanza.

Al mismo tiempo, la realidad es tozuda y no está exenta de ofrecer palos a los jóvenes. En una Encuesta de Población Activa del INE de 2018, se estimó que un 50% de los jóvenes cobra menos de 1.047 €.  Incluso, un 70% de los jóvenes ha llegado a admitir que invierten un tiempo excesivo en nuevas tecnologías. En definitiva, los esfuerzos no acaban de traducirse en resultados. Los jóvenes llegamos a la década de los 30 sin ver nuestro esfuerzo recompensado, con una difícil emancipación y una lejana consolidación laboral.

En estos momentos, resulta muy oportuno dar importancia a los jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad. Ya lo dijo Goethe en su día: «La juventud quiere ser estimada, más que ser instruída»

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