Flores en el Día de la Madre.
Flores en el Día de la Madre.

Hoy nos felicitan, nos regalan flores y dedicatorias. 

 Sobre todo, nos siguen queriendo que, sin duda, es lo mejor del día. 

Las celebraciones del Día de las Madres comenzó como una mitología. Se remonta a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. 

Más tarde, con la llegada del cristianismo, la celebración se transformó en honor a la Virgen María madre de Jesús. Durante unos tres siglos (del XVII al XX)  la celebración tenía lugar el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Sin embargo para poder separar ambas fechas fue a partir de 1965 cuando se tomó la decisión de cambiarla.  

Algunos descreídos piensan que todo tiene un carácter comercial. Pero dónde está escrito que el primer domingo de mayo no se pueda celebrar algo especial para las madres. ¿No es así?

Mamá, hoy… Hoy no quiero recordarte con lágrimas. 

Este domingo me cubro de tus sonrisas y buenos recuerdos.  

Este día nos vestiremos de domingo. Y si es posible de estreno, como cuando éramos pequeñas, con aquellos calcetines blancos de croché y los vestidos de punto inglés que nos hacías. 

Merendaremos chocolate con churros de la tía María con las hermanas y primas unidas por edades y cariño.   

Hoy escribiré una canción para ti y la bailaremos en familia.

 Comeremos juntos a la mesa vestida con mantel de hilo blanco que bordaste con delicadeza.  

Pondremos copas de cristal, platos de porcelana portuguesa y flores en las jarras pequeñas para no dejar de vernos mientras hablamos cruzando conversaciones. Alguno habrá que diga ¡qué jaleo!... Pero ya vemos que el jolgorio es bueno, pues cuando falta su ausencia duele. Duele mucho.

Hoy no voy con lágrimas.

 Este día de las madres andaba buscándola y la encontré. Aquí está, la veo, la tienes en tu cara.

 Es tu sonrisa cálida.  

Aquella que me reconfortaba mientras cogía tu mano. La del abrazo en el cuerpo frágil. En la foto de medio lado porque no querías planos cortos, como ya nos pasa a muchas. 

En los paseos. Caminando pensativa con tu pelo negro recogido. A todos nos gustaba como te quedaba,  te daba la elegancia que ignorabas y que te hacía más especial. Cuando te piropeábamos, volvías a tu sonrisa. Esa que hoy reivindico   

Todo vuelve, todo pasa.

 Y el pasado mejor dejarlo quieto sin rastrear, sin rascar más de la cuenta, pero sin olvidarte jamás. 

Nos hiciste muy felices. Y nos sigues haciendo dichosos tenerte en el pensamiento, como recuerdo eterno y feliz. 

Mamá hoy he pintado un cuadro para ti. 

Te he comprado flores. He hablado contigo y te he escrito una canción. 

Mami hoy mi regalo, como cada día, es quererte. 

Tenerte en nuestra memoria sin lágrimas pero echándote de menos con sonrisas. Tu sonrisa. 

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