El año que viene, lo queramos o no, empezaremos a ver la Luz o incluso alguno llegará a iluminarse. Parece ser que hace un par de años, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proclamó 2015 como el Año Internacional de la Luz y las Tecnologías basadas en ella y bajo esta iniciativa pretende comunicar a la sociedad la importancia de la luz y sus tecnologías asociadas en el mundo actual, en muchas y diversas áreas. Está clara la importancia que tiene la luz en nuestro día a día a nivel teórico, pero yo creo, que nos damos solamente cuenta y le damos el valor que se le debe, cuando se va y nos quedamos un buen rato en casa, buscando a oscuras las linternas y las cerillas para encender las velas.

La Luz ha revolucionado nuestras vidas, está claro, pero la luz artificial también ha revolucionado nuestros ciclos naturales, acostumbrados a vivir durante siglos y siglos, adaptándonos sencillamente a los movimientos del sol y la luna. Lo más revelador de todo esto es que tenemos que entender que a nivel perceptivo, si no hubiera luz, el mundo, así como lo vemos, no existiría. Los colores no existen, las cosas, todo a nuestro alrededor, no tiene un color en sí mismo. Existen solamente los rayos de luz que rebotan en los objetos y que luego entran a través de nuestras retinas y, nuestros cerebros humanos, transforman esos impulsos electromagnéticos en lo que nosotros denominamos formas y colores, y todo esto sucede solamente dentro de nuestras cabezas.

O sea, que nosotros vemos los colores porque somos seres humanos con unos ojos y un cerebro determinado, pero otros animales como los perros o las moscas, con su centenar de ojos, ven el mundo desde una perspectiva completamente distinta, y viven en un mundo completamente distinto al nuestro… ¿y cuál es el real?... Un árbol no tiene un tronco marrón y unas hojas verdes como solemos dibujar ingenuamente, o una naranja no es naranja. Un paisaje tampoco es igual ni tiene el mismo color a medida que va pasando el día. De eso sabían mucho los pintores impresionistas intentando captar la belleza del momento a una hora exacta del día y con la misma calidad de luz. Así que, ¿cómo es en realidad el mundo en el que vivimos? Pregunta abierta… No creo que lleguemos a saberlo nunca, al menos mientras estemos por aquí.

Seguramente oiremos hablar bastante de este tema el próximo año, pero espero que no se quede solamente en un punto de vista tecnológico. Yo espero que sea un año de Luz, sí, pero de una luz que nos ilumine también por dentro, que nos haga ser más conscientes, más cabales, más humanos en el verdadero sentido de la palabra, más pacientes, más creativos, más compasivos y que traiga serenidad y paz para todos. Feliz año de Luz

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