Cultura desharrapada

Biólogo y profesor.

Un evento cultural celebrado recientemente.

Confieso mi estupor al leer un articulo el pasado 27 en la prensa local, glosando los méritos de un recién fallecido artista, también local: “Si hubiera sido un cultureta desharrapado, hoy estaría reconocidísimo”. Glup.

Y que el finado, decía, no era un activista de izquierda. Sino educado, académico y un señor, “lo que sin duda le perjudicó para comercializar su arte”.

Respiren hondo y saquen conclusiones. Desde complejo de inferioridad a simple estupidez, todo es posible. Porque no hay que ser muy perspicaz para adivinar que esas afirmaciones provienen de esa caverna de donde sale un fuerte olor a verdín y a moho.

Y es que cuando la bienpensancia gaditana que mora en esa caverna habla de cultura, se refiere a algo amojamado desde hace décadas. Es la cultura, su cultura pospemaniana, de presentación de libros bonitos e inofensivos, exposiciones de cuadros “que se entienden”, conferencias de gente bien para gente bien y todo eso tan rancio y tan antigüito, tal vez enmarcado en el bastidor apolillado de academias y ateneos fósiles.

Es la cultura retrospectiva de la gente de orden, que asiste a esos actos vestida para la ocasión, almirantes de uniforme, magistrados adictos al croqueteo gañotero, señoras señoreadas recién salidas de la pelu, políticos caducados en busca de cariño, habituales del lametón y la corbata y víctimas ocasionales del compromiso cultural.

También acogen como cultura los espasmos lírico-capillíes del mundo cofrade. Así rellenan un hueco.

Es igual, todo huele a alcanfor, a endogamia clasista y a croquetas rancias, pero esa gente lo llama cultura. Ya ves.

Es la gente que cree que la Cultura es un Ministerio, o una Consejería de la Junta. Por cierto, repasar el currículo cultural de los responsables provincial y regional del ramo, supone asomarse al brocal del abismo de lo insignificante y de la trivialidad.

La cultura para las derechas, se ha dicho muchas veces, es una asignatura maría. Y no, la verdadera Cultura es edificación, arquitectura, y “eso” solo es decoración de interiores.

Son los tiempos que nos han tocado vivir, en los que la Cultura se ha convertido en la principal forma de resistencia.

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