Lo que ha ocurrido en El Torno tiene que ver también con las serias deficiencias que aún tiene nuestro sistema electoral.
Recupero este espacio de reflexión personal en las redes para compartir con vosotros mi perspectiva, personal y política, de los kafkianos acontecimientos que, de un tiempo a esta parte, se vienen sucediendo en la Entidad Local Autónoma de El Torno, tras la desgraciada noticia del fallecimiento de su alcalde, Miguel Ángel Morales.
Vaya por delante que escribo estás líneas desde la certeza de que son muchas las cosas que han de mejorarse, en lo referente a la legislación electoral de la que nos hemos dotado. Como militante del Partido Comunista de España e Izquierda Unida, han sido muchas las ocasiones en las que nos hemos sentido gravemente perjudicados por una Ley Electoral que, dicho sea de paso, el PSOE nunca ha tenido el menor interés en revisar.
Lo que ha ocurrido en El Torno tiene que ver también con las serias deficiencias que aún tiene nuestro sistema electoral. Probablemente, si en vez de celebrarse elecciones unipersonales en las ELA’s, el candidato se presentara con una lista, sería tan fácil como correr un puesto en la misma y ya tendríamos el asunto solucionado. Sin embargo, las cosas no son precisamente así. Y no lo son porque los únicos que se presentan a las elecciones en una ELA como El Torno son los candidatos a presidirla, mientras que los vocales, cuyos nombres no figuran en ninguna papeleta, son elegidos a dedo respetando la proporción de votos obtenida por los distintas listas presentadas en Jerez.
Es este hecho el que justifica la decisión de la Junta Electoral Central de legitimar, para asumir la presidencia, al segundo candidato más votado, en este caso concreto mi compañera África Barriga. No en vano, teniendo ella menos votos que el recordado Migueli, dispone de mayor legitimidad democrática que cualquiera de los vocales de la ELA. Y es así porque ninguno de ellos recibió en forma de votos la confianza de sus vecinos, cosa que sí obtuvo, en mayor o menor medida, mi compañera. Porque, que nadie se engañe, en las ELA’s no se vota una lista, ni a un partido, ni a un equipo de gobierno. Se vota a un Presidente, al que todos llaman Alcalde.
Pero es que, además, esto que explico no es nuevo. Son las reglas con las que se celebraron las elecciones, reglas que hemos de suponer que aceptaban todos los que, en el ejercicio de su derecho, decidieron presentarse a ellas. Por eso, la actitud del PSOE en esta ELA, negándose a aceptar la decisión de la Junta Electoral Central e investir a mi compañera, es profundamente antidemocrática. Y lo es desde el preciso momento en que se niega a aceptar el resultado de un proceso legítimo y democrático, intentando alterarlo en función de sus propios intereses.
Lo que está haciendo el PSOE en El Torno, alentando una brutal campaña de desprestigio, acoso y derribo contra nuestra candidata, intentando forzar su renuncia con métodos que van más allá de los que dispone la legalidad, le sitúa fuera de la democracia. Porque a los gobiernos no se llega coaccionando, ni presionando a nadie. Ni reuniendo a familiares y amigos, del pueblo y de otros vecinos, en una triste concentración -no sumaban más de 50- para vociferar a quién van o no van a permitir ocupar la presidencia de la ELA, arrogándose entre unos cuantos la legitimidad de hablar por un pueblo con más de un millar de habitantes y desafiando el dictamen de la Junta Electoral Central.
Así que puede ir guardándose el PSOE su disfraz de Tejero, porque la democracia se respeta. Con sus virtudes pero también con sus imperfecciones. Eso es lo que hacemos quienes nos llamamos demócratas. Que luchen por corregir esas deficiencias, que ahí nos tendrán al lado. Pero, mientras eso no ocurra, que hagan el favor de respetar las reglas, como siempre hicimos nosotros, aún cuando habitualmente hemos sido los grandes perjudicados por ellas.
Respecto al vocal que aspira a ser Presidente de la ELA, el tal Márquez, no sólo carece de la menor legitimidad democrática, al no haber sido votado por nadie. Además, demuestra tener el sentido de la responsabilidad atrofiado, como prueba el hecho de que esté alimentando el fuego de la intolerancia entre los vecinos, y ser un pésimo representante, como demuestra el hecho de que ande movilizando a la gente para dar un “golpe de estado” en el pueblo mientras La Caixa va a cerrar su banco en la ELA, algo que ocasionará un grave perjuicio a quienes viven en ella, y él -Presidente en funciones de la ELA- anda por ahí haciendo el carajote.
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