Lejos del cinematográfico Paseo por las nubes, con una trama amorosa desarrollada entre viñedos casualmente, esta legislatura que ahora llega a su fin ha sido un largo y tortuoso camino para los jerezanos y jerezanas gracias a la nula gestión de la alcaldesa Pelayo.
Un atajo machadiano que nos recuerda que si volviéramos la vista atrás contemplaríamos “la senda que nunca se ha de volver a pisar”. Porque si así ocurriese los jerezanos no aprenderíamos del pasado, ni esta ciudad pasaría página de una vez, ni tampoco se daría la espalda como muchos sectores piden a gritos a fenómenos sociales como la pobreza, el paro o la exclusión.
Mientras el PP y su alcaldesa, García-Pelayo, han dibujado estos cuatro años estrellas en el denominado Paseo de la Fama esquivando los verdaderos problemas de la ciudad; sus habitantes han pintado de realidad otro bien distinto: El paseo de la infamia, trazado con el lápiz de la caótica y desesperante situación social y económica de Jerez.
En esta ciudad estos cuatro años, más que como estrellas la ciudadanía se ha sentido estrellada. Estrellada en sus peticiones de empleo, estrellada en sus demandas de viviendas sociales, estrellada en sus peticiones de más y mejores servicios públicos y de forma especial estrellada al situarse en una exclusión social nunca antes vivida.
La estrella del PP tiene las puntas de Mariano Rajoy, Juan Manuel Moreno y García-Pelayo entre otras; un astro que ha recortado derechos y libertades a mansalva y que ha devuelto la pobreza allá donde las consecuencias nefastas de la Guerra Civil del 36 ya habían volado hacía algún tiempo.
Pobres de solemnidad. Sin comerlo ni beberlo cada jerezano se ha encontrado una estrella cincelada en el Paseo de la infamia, grabada por el dolor causado tras años de crispación social donde los más poderosos nos han echado a pelear contra nosotros mismos. Culpar de una crisis a quienes no la provocaron y pretendieron un nivel de vida mejor en un consolidado Estado del Bienestar ha sido un viaje ruin y miserable; auspiciado por esos que nítidamente nos han dividido como sociedad jerezana, nos separaron clasistamente entre funcionarios de Ayuntamiento y ciudadanos de a pie, entre trabajadores holgados económicamente y parados de larga duración, entre izquierda y derecha, entre ricos y pobres…
No cabe duda que el deambular de los jerezanos por la miseria y el desempleo ha llevado a la ideología conservadora y a la derecha más rancia de la ciudad a consolidar de nuevo el trasnochado término caridad frente a los conceptos modernos de igualdad y solidaridad. Así, despojar a quien nada tiene y nada espera del Gobierno del PP, reduciendo ayudas a la par que ilusiones y sueños, ha sido un doloroso peregrinar que sólo la sensibilidad de nuestro Gobierno andaluz ha salvado de tragedias mayores.
Al PP de Jerez, y a un mes de las elecciones, cabe recordarles en lo que han convertido a nuestra ciudad para que nunca más se olvide. Porque en el Paseo de la Infamia las estrellas no son famosas, sólo son tu vecino, tu hijo, tu amigo, el comerciante de la esquina…
Afortunadamente las tendencias cambian y la historia queda al final en sólo eso: pasado. Un tiempo pretérito que nos debe ayuda a aprender y a no tropezar dos veces en el mismo sitio y a repetir el mismo destino. Porque la gente corriente sabemos que el futuro es nuestro, porque la unión hace la fuerza, porque tenemos que volver a confiar en nuestras posibilidades sin que nadie nos diga lo contrario.
Porque, contra las adversidades del pasado, los jerezanos y jerezanas siempre hemos salido para delante, valiéndonos de virtudes como la generosidad frente a aquellos que en lugar de mirarnos a los ojos han mirado hacia sus bolsillos… Contra la infamia, hay solución… contra los embaucadores sólo nuestra inteligencia como pueblo.
Isabel Armario es secretaria de Políticas Sociales del PSOE-A y 'número 3' en la candidatura socialista para las municipales.