El drama del PSOE ante las elecciones generales

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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El PSOE debe tener, como decimos por aquí, un buen entripao. Me explicaré. Ya sabemos que los sondeos electorales los carga el diablo. 

El PSOE debe tener, como decimos por aquí, un buen entripao. Me explicaré. Ya sabemos que los sondeos electorales los carga el diablo. Reflejan ciertas tendencias, aunque su objetivo suele ser influir en el comportamiento electoral de la gente más que informar. En nuestro contexto, donde la información política ha ganado enteros en los últimos años, tambien son objeto de consumo informativo, venden periódicos y atraen muchas visitas a las webs de los medios de comunicación.

Mas allá de los porcentajes de voto y de la estimación de escaños, que es lo que más morbo provocan, los sondeos a veces contienen análisis de otros datos que pasan desapercibidos.

El sondeo de Metroscopia publicado este domingo por El Pais tiene una interesante pregunta que, desde mi punto de vista, constituye el nudo gordiano de estas elecciones. La pregunta sobre qué coalición preferirían los electores, ante la evidencia de que ningún partido va a tener un respaldo suficiente, deja al PSOE ante un importante dilema, que puede llegar a convertirse en drama, como puede verse en este cuadro.

Los votantes del PSOE, por amplísima mayoría, 3 de cada 4, preferirían una coalición con Unidos Podemos, que dejar gobernar a una coalición PP-Ciudadanos. Probablemente justo lo contrario de lo que prefiere la cúpula dirigente del PSOE, en la que el sector de Susana Díaz es prácticamente unánime en este sentido y permanece al acecho. Pedro Sánchez y el sector que le respalda parece no querer hablar de ello, aún sabiendo que entre sus bases y sus electores la preferencia es clara, como refleja el sondeo de El Pais, coincidente con otras estimaciones del CIS.

Esto contrasta con la práctica unanimidad existente entre los votantes de Unidos Podemos, que en un 96% se manifiesta por una coalición con el PSOE, en caso necesario. No sabemos si esta opinión sería tan abrumadora entre su militancia o entre sus dirigentes. Aún así, esta posición está bastante consolidada, a la luz de los resultados de las consultas realizadas a sus bases, sobre la propuesta de gobierno de cambio que Podemos-En Comú Podem-En marea hicieron tanto a IU como a PSOE, tras las elecciones del 20 de Diciembre.

Parecida tesitura al PSOE, aunque con mucha menor trascendencia, tiene Ciudadanos, con una militancia muy escasa. A pesar de que entre sus votantes la preferencia de una coalición con el PP es ampliamente respaldada, ensayó un acuerdo con el PSOE que sin duda es responsable de su estancamiento, si no de su perdida de respaldo. Recordemos que Ciudadanos ha sido el partido más sobrevalorado en la mayoría de las encuestas, por lo que su manteniemiento o su ligerísima mejoría es muy cuestionable.

Solo los votantes del PP los que tienen más claro que su única opción es gobernar con Ciudadanos, y a regañadientes, ya que son los que creen menos positivo un gobierno de coalición para España.

Ante este drama del PSOE, no es de extrañar la entradilla de la tribuna publicada por Pablo Iglesias, "Somos la alternativa", en el diario El Pais del pasado 3 de Junio, dos días antes de la publicación de este sondeo: "El PSOE puede sumarse al cambio y renovarse o anclarse al pasado y convertirse en una fuerza con mucho menos peso histórico".  En otro fragmento de esta tribuna, Pablo Iglesias constata y refuerza lo que sus votantes respaldan con amplia mayoría y dirigiéndose a los suyos, su militancia, quizá en menor medida convencidos afirma: "Nuestro primer desafío es asumir que sólo podremos gobernar mediante una alianza, en España y en Europa, con la vieja socialdemocracia,..."

Este análisis, que está centrado en aspectos fundamentalmente electorales, situa en el centro de la cuestión, no solo a los electores, sino a la "militancia", tanto del PSOE como de Unidos Podemos y el resto de confluencias territoriales. Militancia que pued jugar un importante papel moderador en este clima.

Si sobrepasamos este análisis conyuntural-electoral y, en el mejor de los escenarios, la oligarquía  compuesta por la banca, las eléctricas, las grandes empresas del IBEX, asumen que han cambiado las cosas y es preferible adaptarse a un nuevo entorno sociopolítico, en vez de enfrentarse a él, ¿qué pasará?, ¿qué margen tendrá un gobierno Unidos Podemos-Confluencias-PSOE o PSOE-Unidos Podemos-Confluencias?, ¿Cómo afrontaremos como ciudadanía este nuevo reto?

Sin duda nada acaba después de la elecciones. Incluso con el viento a favor, tendremos que seguir muy implicados en política, participando muy activamente en construir un nuevo modelo de país, venciendo numerosos obstáculos, con más justicia, con más participación, con más democracia, desde las bases y quizá descubramos que el ciclo politico del cambio sigue y necesita de todas nosotras de manera permanente.

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