19 de Octubre, Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama. 31 de Marzo, Día mundial contra el cáncer de colon. Lazos, camisetas y hasta contenedores rosas. No seré yo quien ponga en duda la importancia de este tipo de jornadas, lo que me preocupa es que todo esto se quede en un simple postureo. No penséis que me refiero solamente a los políticos, lo digo por todos nosotros. No nos hagamos trampas al solitario. Si en este país algún día gobierna la extrema derecha será porque la mayoría de los votantes tienen ideas homófobas, xenófobas y machistas. Ya no valdrá lo del “me han engañado”, que después te quieren hacer creer que en Alemania no había más nazis que Hitler y en España solo eran fachas Paquito y el tio-bisabuelo de Espinosa de los Monteros. Por mucho que “tu tele de izquierdas” blanquee a ex-miembros de VOX decepcionados porque han descubierto que- ¡oh sorpresa!- Abascal es un dictadorzuelo, por aquí ya nos conocemos todos.
Así que a ver si somos más consecuentes, que para evolucionar hay que reconocer los errores propios. ¡Eh! Y lo mismo que digo para los muy patriotas vale para los otros partidos. Decidme si no, ¿para qué vale tanto lacito rosa si después votas a un partido que desmantela la Sanidad Pública? ¿De qué sirve tanta concienciación si votas a Ayuso? ¿De verdad piensas que ayuda en algo el hecho de que saques una bandera o eches el vidrio a un contenedor rosa si después eliges a los que hacen que una ecografía tarde medio año?
Si es así, os digo que tenéis la misma desvergüenza que Ana Rosa Quintana. Muchos días internacionales pero los que luchan por una Sanidad y una Educación Pública dignas, son cuatro gatos -y encima se pelean entre ellos por unas míseras raspas de sardinas-.
Mucho color rosa y mucha lucha contra el cáncer pero a lo mejor mi madre — y tu hermano, tu tía y tu vecina — se hubiera salvado si no hubiese tenido tres oncólogos diferentes en un año.
Debemos concienciarnos que en una sanidad de calidad y accesible para todos es donde realmente se halla la verdadera prevención ante todos esos males. Y no solo con temas de salud, esto vale también para otras causas nobles representadas con sus correspondientes días internacionales. Si abogas por un mundo sin violencia machista, vota a los que apoyan una educación pública, laica e igualitaria. Si quieres un mundo en el que se reduzca el cáncer, exige una sanidad pública de calidad. Tú y yo somos responsables de la sociedad en la que vivimos; ya está bien de echar la culpa a los políticos como si fueran unos extraterrestres puestos ahí por gracia divina, que eso solo es aplicable a Felipe VI — entiéndase “extraterrestres” por familias privilegiadas y “gracia divina” por el dedo de Franco —.
Ojalá llegue el día en que sintamos lo “público” como algo vital y exijamos a nuestros representantes su cuidado. Ojalá llegue el día en que castiguemos con dureza al que despilfarre, maltrate o trafique con los recursos de todos.
Por un futuro sin días mundiales ni lacitos.
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