Tasa turística: no es la solución, tampoco el problema

Mientras en Andalucía se debate la idoneidad de esta medida que, en realidad, solo equilibraría las cuentas de ayuntamientos turísticos, Canarias y Baleares marcan la envergadura del problema social que se está creando

Comercios en el centro histórico de Cádiz.
27 de mayo de 2024 a las 20:46h

Los hoteleros no la quieren. Los hosteleros se niegan incluso a participar en el debate. La Junta de Andalucía en principio no la quiere, pero entiende que hay que compensar a los ayuntamientos que soportan una gran población flotante debido al turismo. Y algunos de los ayuntamientos de las principales ciudades en cuanto a recepción de turismo, Sevilla, Málaga y Cádiz, con Granada y Córdoba a punto de decir que también, ya se han mostrado explícitamente a favor de su instauración. Estamos hablando de la denominada tasa turística, una tasa que gravaría las pernoctaciones y liberaría un dinero compensatorio para los ayuntamientos, encaminado a aliviar el coste que para sus arcas significa tener que ofrecer mayores servicios –básicamente limpieza, pero también restauración de elementos arquitectónicos, viglancia, etc– de los que les corresponden por población real.

Este lunes ha tenido lugar una reunión en Córdoba para ir acercando posturas, con la Junta favorable a dar cobertura a quién quiera poner esta tasa en su municipio, mostrando siempre un perfil menor al tratarse de un tema impositivo, anatema en el PP de Alberto Núñez Feijóo y de Juanma Moreno, que además ha llevado este año algo más allá el objetivo de turismo –de la industria del turismo, como les gusta decir a los populares andaluces– al aspirar a que se alcancen los 35 millones de visitantes.

En realidad, esta tasa no va más que de dinero, no se abordan conceptos de calado, como es el evidente efecto pernicioso que el turismo –determinado tipo de turismo, sobre todo el de apartamentos turísticos que van por ‘libre’– está empezando a tener sobre los ciudadanos autóctonos, sobre todo en el centro de las ciudades y barrios icónicos. El problema de la vivienda, tanto en alquiler como en venta, se ve agudizado por la proliferación de estas viviendas. Además, la 'turistificación' hace que la personalidad de los barrios desaparezca. Esos son los verdaderos problemas y ya están ahí, como acaban de señalar las multitudinarias manifestaciones de Canarias y Baleares.