Las revueltas de los barrios de Francia: un toque de atención para todos

Inclusión social, igualdad real de oportunidades, presencia efectiva de las Administraciones... son algunas de las recetas para abordar un problema complejo que tiene además la desafección como una de sus principales causas

Bomberos de Francia, apagando fuegos provocados durante los disturbios en barrios.
03 de julio de 2023 a las 19:52h

Miles y miles de jóvenes franceses han salido a las calles durante casi una semana para protestar violentamente por la muerte de un joven en Nanterre, una localidad del extrarradio parisino, tras ser disparado por la policía. Son jóvenes que, en muchos casos, son ya tercera generación de familias que en su día inmigraron de las colonias y que ven, perciben, un futuro sin oportunidades en la Francia a la que un día llegaron sus abuelos a trabajar. Estos barrios de la 'banlieu' –el extrarradio– de las grandes ciudades como París, Marsella o Lyon, pero también de otras más medianas como Toulouse, Burdeos o Niza llevan años en los que los posibles excesos policiales son respondidos con protestas que, indefectiblemente, terminan en estallidos de violencia de los jóvenes.

Se trata de una situación muy compleja, ya que en el trasfondo hay una desafección hacia el país en el que han nacido, viven y disfrutan de su nacionalidad. Se trata de desencanto hacia la falta de oportunidades, un sentimiento creciente de que son tratados –salvo los 'héroes' del deporte– como ciudadanos de segunda en un país que no sienten del todo como suyo, lo que hace que en muchos casos sientan una 'falsa nostalgia' hacia la tierra de sus abuelos e incluso bisabuelos, idealizando realidades sociopolíticas (y económicas) que en realidad no conocen y que distan mucho de ser lo que se figuran. Todo ello hace que estos barrios se conviertan en auténticas ollas a presión cada vez que hay un incidente de este tipo, en el que se pone en cuestión la actuación policial en función del color de piel de la víctima, como es este caso, como son casi todos los casos. 

Sensibilidad política, Inclusión social, igualdad real de oportunidades... no hay más opciones, no hay más recetas. Y esas recetas que deberían aplicarse en estos barrios de ciudades francesas lo son también para realidades similares que empiezan a vivirse en barrios de Andalucía, en los que la exclusión social está dando paso a procesos abiertamente de 'guetificación'. Barrios en los que se va continuamente la luz debido a las plantaciones de marihuana en pisos y los enganches a la red (Sevilla); barrios en los que faltan las infraestructuras más básicas en cuanto a servicios, como el alumbrado público (Jerez); barrios en los que un grupo va al hospital a liberar a un narco detenido y lo consigue (La Línea). Son, sí, situaciones distintas en su generación respecto a lo que ocurre en Francia, pero al final los ciudadanos tienen que ver, tienen que sentir que no están abandonados por las Administraciones públicas. Si no...