Firma_Union_de_Hermandades1.jpg
Firma_Union_de_Hermandades1.jpg

Ciudadano Saborido

Por Alfonso Saborido @asaborido

Llevamos unas cuantas semanas de sobresaltos noticieros provocados por las hermandades jerezanas. Lejos quedan aquellos tiempos en los que el obispo de Jerez felicitaba a las hermandades por lucha tan activa contra la ley de aborto de Zapatero (y dicho sea de paso, con la boca muy pequeña hoy). Después de la polémica con el planteamiento de poner publicidad en los palcos, a lo que ya nos referimos en este medio digital, la Unión de Hermandades consiguió rizar el rizo proponiendo la adquisición de las papeletas de sitio en centros comerciales, para que los clientes de dichos centros aprovecharán las ventajas de los medios de pago comerciales para adquirir dichas papeletas bien para uso personal o bien para regalo.

El obispo de Jerez, de acertada manera, ha dicho, como no podía ser de otra manera que eso no está bien. ¿Tienen problemas monetarios las hermandades de Jerez? Viendo la imaginación que le ponen a la cosa, parece ser que sí. De todas formas en estos días de adviento, parece que van a tener un respiro monetario gracias a la subvención proveniente del Ayuntamiento de Jerez: nada menos que 109.000 euros.

Al ser dinero público, y para no tener los presuntos líos que tiene la Junta de Andalucía con la aplicación de la Ley de subvenciones en los cursos de formación, la Unión de Hermandades, al igual que el resto de asociaciones, debería justificar céntimo a céntimo cada euro subvencionado, de la misma manera que ya el obispado publica su estado de cuentas en la web de la Diócesis jerezana. Como cristiano, lo digo ya por adelantado, me molestaría muy mucho que dinero público, o sea, el mío y el suyo, estimado lector/a, terminará como pago para un ramo de flores o un candelabro de plata. De hecho, todo ese dinero debería ir íntegro para las personas necesitadas de Jerez. El patrimonio, en tiempos de hambre, puede y debe esperar.

De todas formas, y para terminar, como me dijo un día el primero obispo de la Diócesis, el añorado D. Rafael Belllido, para ser independientes, la Iglesia debe ser autosuficiente. Es la Unión de Hermandades quien debe mantenerse a sí misma. Y la ciudadanía debe reflexionar sobre el uso de las subvenciones, que si bien son necesarias, debe ser muy cuidadosa su elección. Sobre todo que se les dé a quienes más lo necesitan, que haya una convocatoria pública, que se pueda presentar quien quiera y que se otorguen con objetividad y con justicia, ya que en caso contrario y de no hacerse así, estaríamos cayendo en un clientelismo político que aunque parezca la contrario, no beneficia a nadie, como anteriormente pensaba –y ahora no sabemos por qué hace lo contrario– la alcaldesa de Jerez.

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído