Feria del Caballo de Jerez, año cero

Primera edición de la fiesta para comprobar si el gobierno municipal va en serio con su plan para que la Feria recupere su esencia y erradicar distintas prácticas ajenas que en los últimos años se han enseñoreado del Real

Ambiente en una caseta de la Feria del Caballo el pasado año.
Ambiente en una caseta de la Feria del Caballo el pasado año. MANU GARCÍA

Comienza la Feria del Caballo de Jerez 2024. ¿Se trata de una Feria más? Bueno, sí… y no. Se trata de la primera Feria con el nuevo gobierno municipal del PP con María José García-Pelayo salido de las últimas elecciones municipales, aunque es cierto que de eso hace ya casi un año.

Sí, visto así, se trata de poco aliciente, lo que ocurre es que el PP ha tomado por bandera regenerar la Feria a lo largo de su mandato, devolver a la fiesta por antonomasia de Jerez su esencia.

Es evidente que la Feria del Caballo hace tiempo que entró en un período de (relativa) decadencia en lo que se refiere a su propuesta, no tanto en lo que se refiere a asistencia, ya que se ha consolidado como lo que siempre ha sido, la segunda gran feria de Andalucía, ahora con un apoyo más marcado de toda la provincia. Así es, pero el reguetón ya al mediodía, las casetas-discoteca que no se molestan ni en tener cocina, el botellón incluso dentro del Real, la proliferación de caballos y enganches muy por debajo de lo que se espera en Jerez, la estética de las propias casetas… son factores que han ido creciendo edición tras edición hasta llegar a condicionar, cuestionar y, por supuesto, degradar la propia esencia de la Feria del Caballo.

Pelayo se ha propuesto poner pie en pared con estos temas e ir devolviendo a lo largo de su mandato la Feria a esa percepción que entró en crisis hace ya cosa de veinte años, la de ‘la Feria más coqueta de Andalucía’, poniendo fin al ‘vale todo’ que aplicó el PSOE durante sus últimos ocho años en el gobierno municipal, en el que fueron contados los expedientes que se sustanciaron en sanción, pese a la evidente degradación del concepto clásico de Feria.

Es una ardua tarea la que tiene por delante el gobierno municipal y no cabe esperar resultados llamativos en esta primera edición por la normalización a la que se ha llegado en algunas situaciones que no lo son. Además, deberá hilar muy fino porque no hay que confundir esa vuelta a las esencias con situaciones claramente clasistas que la mayoría del pueblo de Jerez rechazaría que volvieran a imponerse en su Feria…

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