Andalucía, una de las comunidades más turísticas de España, está pidiendo a gritos un soporte normativo sobre los pisos turísticos. Cádiz, por su parte, es una de las ciudades que están a la vanguardia en cuanto a plantear que este tipo de alojamientos tienen que estar mucho más regulados, debido a la incidencia que tienen sobre las ciudades –habitualmente en el centro histórico y zonas costeras– y la vida de los propios vecinos que allí habitan de forma permanente (además de otras cuestiones como seguridad, mantenimiento, imposición, etc).
Cádiz, como todas las ciudades y pueblos andaluces, está a la espera de que salga una normativa autonómica firme y concreta sobre estos alojamientos. Precisamente, las victorias judiciales de su ayuntamiento respecto a resoluciones parciales de la Junta, que en principio estaba dispuesta a mantener un 'perfil bajo' en este tema, han sido parte fundamental para que al final el Ejecutivo autonómico haya decidido entrar a regular el uso y disfrute de estas viviendas más allá de la normativa actual de mínimos.
No deja de ser significativo que el Ayuntamiento de Cádiz haya denunciado –por ahora, solo públicamente– que tres de cada cuatro de los nuevos apartamentos turísticos surgidos en la ciudad durante 2023 no cumplen la normativa municipal, como que el tema queda pendiente de ver cómo aborda el tema la legislación andaluza al respecto. El PP gobierna en las dos administraciones implicadas, por lo que va a evitar que se produzca un conflicto de intereses, es evidente, pero por ahora el Ayuntamiento gaditano envía dos mensajes claros a la Junta: nos sentimos cómodos aplicando la normativa municipal que promovió el anterior gobierno municipal d José María González 'Kichi' y –también– queremos cobertura autonómica ya, cuanto antes.
Cádiz, Sevilla y Málaga son, tal vez, las ciudades en las que tanto los ayuntamientos como los propios vecinos han comenzado a plantear más dudas respecto a este modelo turístico. En el otro lado está, por ejemplo, Jerez, que por ahora no se han 'asomado' a la parte problemática de este asunto y sigue considerándose un éxito económico cada vez que desde Urbanismo se anuncian nuevas licencias.



