Andalucía está entre las cinco primeras comunidades autónomas productoras de energía eólica, pero no entre las cinco primeras en lo que se refiere a la creación y pervivencia de empleo relacionado con esta energía limpia. Según un estudio para la Asociación Empresarial Eólica, en España se está produciendo una evidente falta de sintonía –decalaje, en términos economicistas– entre las regiones productoras de este tipo de energía y el empleo vinculado a la misma, con Andalucía como una de las comunidades más perjudicadas.
Hagamos un pequeño repaso. En cuanto a la producción (potencia) de energía, la lista estaría encabezada por Castilla y León, a continuación vendría Aragón y después Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha. Por lo que respecta al empleo directamente relacionado con las eólicas, el primer puesto correspondería a Galicia, luego iría Euskadi y, a continuación, Navarra, Castilla y León y la Comunidad de Madrid. Es decir, del cotejo de ambas listas, se percibe que tres de las cinco autonomías que están entre las cinco principales productoras, Aragón, Andalucía y Castilla-La Mancha, no están entre las cinco principales generadoras de empleo (con Andalucía en octava posición). La palma de esta paradoja se la lleva Madrid, ya que dicha comunidad es la quinta por empleo pese a no tener ningún parque eólico en su territorio.
Esta comparativa debería hacer recapacitar a la Junta de Andalucía, ya que es evidente que la comunidad debería verse favorecida en mayor medida por su esfuerzo en esta materia. Es cierto que hay distintas componentes que hay que tener en cuenta, por ejemplo, la población, pero esa precisamente no afecta precisamente al déficit de empleo que tiene Andalucía respecto a la potencia que produce, antes al contrario. Además, hay que tener en cuenta que, por lo general, se trata de un empleo de calidad, por lo que ha llegado el momento de apretar a las empresas que están en este negocio, ya que en Andalucía, a tenor solo de las previsiones que se manejan en la provincia de Cádiz, las previsiones a medio plazo son de un incremento muy significativo en el número de parques eólicos y el empleo no puede quedarse atrás.
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