Arranca una nueva campaña electoral muy polarizada en dos bloques antagónicos

El PSOE de Pedro Sánchez está mejorando sus perspectivas en las últimas encuestas, mientras que Nuñez Feijóo sigue con el mensaje central de obtener una "mayoría suficiente" para esquivar a Vox

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, choca la mano con una pequeña antes del inicio de la campaña.
06 de julio de 2023 a las 20:13h

No hace dos meses que comenzaba una campaña electoral, la de las municipales, y de nuevo, tan poco tiempo después, España afronta ya otra campaña electoral, la de unas elecciones generales. Se trata de unos comicios que se prevén muy polarizados, que vienen fuertemente marcados por el enfrentamiento de bloques, con el PSOE intentando sumar para reeditar acuerdos con los socios de la pasada legislatura y el PP mirando a Vox y a alguna pequeña fuerza regionalista como únicos posibles aliados.

Del análisis de aquella mala noche electoral, la de las municipales, el presidente Pedro Sánchez extrajo una única conclusión: no esperar a diciembre y jugárselo todo a una carta. Y hacerlo ya, aunque la fecha elegida, el 23 de julio, esté tradicionalmente marcada en rojo en otro calendario, no precisamente el electoral, sino el vacacional para muchos españoles.

Pedro Sánchez se la juega. Todo o nada. Seguramente nadie se acostumbra a ser un ganador contra pronóstico, pero cuando te ha pasado varias veces, lo normal es terminar dando por supuesto que se tiene estrella, buena estrella, vaya. Lo cierto es que todas las encuestas que vienen publicando los medios de comunicación le dan como perdedor, pero es evidente que está mejorando en los pronósticos y hace que cada vez más analistas políticos piensen que hay partido, que si bien parece imposible la victoria, ya no lo parece tanto que el PSOE obtenga un resultado que le permitiera reeditar pactos con Sumar y el resto de fuerzas en las que se ha apoyado a lo largo de la legislatura recién concluida.

Por su parte, Núñez Feijóo está centrando su mensaje en solicitar al electorado una mayoria "suficiente" para que el PP pueda gobernar en solitario, sin necesidad de tener a Vox como incómodo socio de gobierno. Ese es el objetivo, gobernar buscando apoyos legislativos tema a tema, no necesariamente –no necesariamente siempre– con Vox. Con un tono discreto, por momentos tirando a bajo, Feijóo está más pendiente de no cometer errores que de alzar la voz ante determinados temas, función para la que ya está –o al menos se arroga el papel– Díaz Ayuso.

Sumar se mueve en una horquilla de entre 30 y 40 diputados, que teniendo en cuenta los números en que se movía Podemos no está nada mal. Su propuesta de 'herencia universal' ha mediatizado el final de la precampaña, aunque lo de volver con otros cheques –ahora 200 euros al mes por hijo hasta los 18 años– en realidad viene a restar credibilidad a las dos ofertas.

Vox, por su parte, está a verlas venir. Tras la decepción de hace un año en Andalucía prefieren ser prudentes, a la espera de si son necesarios. Los pactos autonómicos, eso sí, han despejado cualquier duda acerca de que si hay que sumar con el PP, se sumará. Y viceversa, claro.