El ecocidio de Huelva, un "crimen de Estado"

Onuba fue cuna de la civilización tartésica y origen del encuentro entre dos mundos, pero ninguna ciudad ha sido tan sacrificada como esta

Juan Manuel Buendía

Arquitecto. Presidente de Mesa de la Ría de Huelva

Protesta contra los fosfoyesos en Huelva.
Protesta contra los fosfoyesos en Huelva.

Pocas ciudades en el mundo tienen una ubicación, paisaje, patrimonio ambiental, e histórico como Huelva, a orillas de dos ríos que hoy se le cercenan las industrias y sus vertidos, Onuba fue cuna de la civilización tartésica y origen del encuentro entre dos mundos, pero por otro lado ninguna ciudad ha sido tan sacrificada como esta.

En 1964 la dictadura promociona el Polo Químico en el lugar donde confluyen los ríos Tinto y Odiel, “La Punta del Sebo” o Puerto Interior, una zona privilegiada de marismas, paseos, playas y balnearios en su frente marítimo. El Decreto de promoción del Polo Químico anunciaba grandes inversiones para Huelva, considerando al rio Tinto un rio industrial y citaba como ventaja para atraer a las empresas la “existencia de desagües de capacidad ilimitada y reducido costo de acondicionamiento”. 

Fertiberia —antigua FESA, Fertilizantes Españoles S.A.— inició la producción de fertilizantes químicos en 1968, para ello requería fabricar ácido fosfórico mediante el ataque con ácido sulfúrico a la roca de fosfato extraído del Sahara Occidental, del resultado del proceso quedará la materia prima para  los fertilizantes químicos y por otro el residuo denominado fosfoyeso que durante décadas la industria vertió, junto a otos residuos tóxicos, en la trasera de las fábricas a 500 metros de la ciudad, mediante una concesión administrativa de las marismas del Tinto. 

Zonas fosfoyesos
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Después de manifestaciones ciudadanas contra la contaminación el ayuntamiento aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de 1980 declarando ilegales las fábricas ubicadas en la Punta del Sebo, pero el gobierno de la nación desautorizó y anuló el sentir o deseo de los onubenses de recuperar esa zona privilegiada arruinada por la implantación de la industria.

En 1991, agentes sociales, partidos, administraciones y patronal firmaron “Los Acuerdos para la Recuperación de la Punta del Sebo”, en ellos se daba una prorroga a las industrias existentes en el puerto interior hasta el final de su vida útil, con el compromiso de la descontaminación de la zona y que las nuevas se ubicasen en el Puerto exterior, nunca allí. Estos acuerdos que sirvieron para reponer la situación jurídica de las industrias se han incumplido hasta la actualidad en la parte que beneficia al interés de los ciudadanos. 

Durante un acusado declive económico que la abocaba al cierre en 1993, los gobiernos central y autonómico anunciaron grandes inversiones para Huelva y reimpulsan con dinero público, para desgracia de la ciudad, la industria de fertilizantes y sus vertidos. La compra de Fertiberia por el exministro franquista Villar Mir al precio simbólico de 1 peseta la acción escondía un falso préstamo que nunca se devolvió de 51.086.028 €. Así Villar Mir adquirió una empresa arruinada a precio de ganga pero totalmente reflotada ilegalmente por un gobierno que permitió la continuación de los vertidos en las marismas en balsas de fosfoyesos perjudicando la salud de los onubenses.

La Junta miró a otro lado en relación a los vertidos de Fertiberia a la marisma,  incumpliendo el convenio de protección de humedales RAMSAR y la Ley de Costas, porque Fertiberia le había subarrendado parte de su concesión. Esa zona fue usada por la administración regional como vertedero industrial ilegal de residuos tóxicos de la industria química española y del resto de Europa que se denominó eufemísticamente Centro de Recuperación de Inertes-9. Al CRI-9 en la zona 4 llegaron además de fosfoyesos otros residuos industriales del polo químico y del resto de Europa. Este centro, precursor del vertedero de Nerva, fue cerrado cuándo una nube radiactiva alertó en Europa el accidente de Acerinox, que fundió un aparato electrónico procedente de un hospital de Londres y se descubrió que las cenizas radiactivas contaminadas con cesio 137 que aun permanecen, se enterraron en él. Su cierre marcó el comienzo del nefasto nuevo vertedero tóxico de Nerva. 

Ante la connivencia de las autoridades españolas con Fertiberia, en el año 2007 el colectivo onubense ‘Mesa de la Ría’ denunció ante la Comisión Europea la vulneración de directivas europeas por Fertiberia y Greenpeace hizo lo propio al Parlamento Europeo. Pese a estas denuncias, la Junta de Andalucía otorgó una autorización para seguir vertiendo en 2008. La apertura de expediente contra España sirvió para que en marzo de 2010 Bruselas lanzase un ultimátum contra España y, tras ello, el Tribunal Supremo obligó a Fertiberia a la paralización de los vertidos a la marisma el día 31 de diciembre de 2010. En ese momento ya se habían deslocalizado de la Punta del Sebo, empresas de Fertilizantes, como Foret, la sección de Fertiberia de ácido sulfúrico y Rhodia.

Desde la paralización de vertidos, ‘Mesa de la Ría’ constituida en partido político local, actualmente con dos concejales, lucha por una marisma Limpia de residuos, mientras la Justicia Española procede a ejecutar la sentencia que obliga a la restauración de la marisma, sin embargo la empresa presentó como única alternativa la cubrición de los vertidos ilegales con una capa de 30 centímetros de tierra. Usando puertas giratorias durante el año 2014 el presidente Rajoy incorporó como ministra de Medio Ambiente a Isabel García Tejerina, anterior directiva de Fertiberia y ésta en su nuevo cargo declaró a la Audiencia Nacional como “idóneo” el proyecto de tapado de los fosfoyesos de su anterior empresa. 

El 3 de diciembre de 2015 todos los grupos políticos de la ciudad se sumaron a la manifestación multitudinaria contra el enterrado de los fosfoyesos, por la recuperación de la marisma. Pero la opinión política unánime contra el proyecto que esconde los residuos bajo la alfombra cambia radicalmente cuando Villar Mir vende en 2020 Fertiberia al Fondo Tritón afincado en un paraíso fiscal y la empresa anunció fuertes inversiones en hidrógeno “verde” que en realidad será sucio y “gris”.  En esas fechas el gobierno central concedió la Declaración de Impacto Ambiental favorable al tapado de los residuos para nuevo sacrificio de Huelva, anunciando grandes subvenciones de fondos Next Generation para Fertiberia. El gobierno Andaluz ha anunciado la autorización ambiental para dentro de pocos días. Para mayor sacrificio de Huelva, donde ya habían cerrado prácticamente todas las industrias, a la única que queda, Atlantic Copper, el gobierno anuncia una subvención de 25 millones de Euros para implantar nuevas chimeneas a 500 metros de la ciudad manipulando la población afectada, nueva industria declarada de Interés Estratégico por la Junta de Andalucía.

Ambos documentos pretenden dar por ejecutada la sentencia, para ocultar los residuos del ecocidio bajo una capa de tierra, desoyendo los informes científicos encargados con dinero público de las administraciones que alertan de la inviabilidad y riesgos del proyecto y pese a que la Constitución española dicta que la marisma como dominio público es “inviolable” y que todos los ciudadanos tienen por igual un derecho a un medio ambiente limpio. 

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