El CETA (que es como se conoce el acuerdo por ahora fallido) tiene entre sus supuestas bondades acabar con las denominaciones de origen.
Desde hace unos días, dos genios literarios gozan de un merecido homenaje en una emblemática plaza del sucio y destruido centro histórico de nuestra ciudad, bienvenidos sean. Un soplo de aire culto y fresco para refrescar el tufillo a alcanfor, incienso y Varon Dandy que domina el circuito escultórico de nuestras calles. El homenaje se les hace por su aportación al conocimiento de nuestra rica y nada insípida droga universal, el Jerez-Xerez-Sherry, que como todos sabemos es uno de los principales pilares económicos y culturales de nuestra zona, pero si por eso, estos dos prohombres se merecen un justo y apropiado reconocimiento, otro personaje, del que muy pocos jerezanos conocerán ni siquiera su nombre, se merece, también por su aportación a la defensa de esa exquisitez, un monumento dos veces más alto que nuestro espigado Minotauro.
El nombre del personaje en cuestión es Paul Magnette, y es el presidente regional de Valonia, una región belga que tiene un algo más de un tercio de los habitantes de Andalucía, 3,5 millones. Este señor, ha mantenido su palabra, se nota que no es un político español, y ha rechazado el acuerdo económico entre Canadá y la Unión Europea (CETA), y, por los retorcidos caminos de los laberintos legales de la UE, sin la firma de Bélgica no se puede aprobar ese nefasto acuerdo. Eso por ahora, porque hay mucha pasta en juego y Merkel y sus compinches no se va a quedar quietos, seguro.
Y este pequeño gesto es de fundamental importancia para nuestra ciudad. El CETA (que es como se conoce el acuerdo por ahora fallido) tiene entre sus supuestas bondades acabar con las denominaciones de origen. Los expertos, pagados por la UE, dicen que no, ¿qué van a decir ellos?, pero sospechosamente no dejan ni a los eurodiputados leer el contenido del acuerdo. Por algo será.
Un ejemplo, un avispado comerciante de Toronto podría vender un vino, con el nombre de Tío Joseph de Jerez, sin que le pasara nada. Eso ya ha pasado, sí, pero, ¿qué pasaría si de pronto el Gobierno español actuara bien por una vez, demandara al listillo y le obligara a parar su producción? Todo lo tienen previsto en el CETA y es uno de los puntos que más irrita al señor Magnette. Un mecanismo de arbitraje, el ISDS (por sus siglas en inglés), que es un tribunal que actúa al margen de los tribunales nacionales, formado por abogados particulares que cobran por los asuntos que juzgan (es un decir). O sea, que cuanto más asuntos les lleven más cobran. Si eso se pone en marcha, esos abogados actuarían en vez de los tribunales de Justicia ordinarios y no estarían bajo el mandato de los parlamentos de las distintas naciones. O sea, que el Tío Joseph de Toronto podría demandar a España porque no le han dejado ganar dinero con su falsificado vino, y ese lucro cesante futurible, que es como empresarialmente le llaman al robo de guante blanco, se lo tendríamos que pagar los mismos que hemos pagado el agujero de Bankia… Por cierto, el PSOEPPCIUDADANOSCIUPNV ha votado a favor… blanco y en botella.
Otro peligro que corremos: hay otro acuerdo parecido con los EEUU, que se llama TTIP, y pasa por que negocios regulados como los taxis, estancos o farmacias, se abrirán a la competencia de las multinacionales. Pregúntense si WallMart, El Corte Inglés o Amazon empiezan a competir con estos negocios callejeros, ¿quién tendrá que cerrar? Otros sectores afectados son el agrícola y ganadero. Un ejemplo, los EEUU subvencionan su maíz, que además es transgénico, por lo que produce más y más barato; o los productos farmacéuticos o alimenticios. Allí no hace falta demostrar que sean malos para la salud para poder venderlos, en contra de lo que pasa en Europa, eso también los hace más baratos. Si abrimos nuestro mercado a esas mercancías, ¿qué pasará con nuestra salud? y ¿con nuestros agricultores y ganaderos? Hay otros puntos más generales como la legislación laboral, que si ya la tenemos mal, mirad la de los EEUU; y también se abren a la competencia feroz de las multinacionales tanto la sanidad como la educación.
Así pues, hay que ir haciendo un hueco entre los dos bustos de los genios de las letras, o sacarlo en procesión por nuestras calles —que eso también se nos da bien—, a este señor de Valonia. Nos ha hecho no solo a los jerezanos, sino también a los europeos, un tremendo y magnífico favor.
P.D. 1: Hablando del vino, algunos empresarios bodegueros parece que quieren seguir siendo señoritos, personajes de las obras de los Álvarez Quintero o Muñoz Seca, empresarios de sainete que en vez de ser excelentes en su cometido y lograr beneficios mejorando la calidad y la comercialización de sus productos quieren seguir la senda de los miserables Chicago Boys y ganar más explotando a sus trabajadores. Pues queridos compañeros sindicalistas, como decíamos antes, leña al mono...
P.D. 2: Las profecías se cumplieron. El Partido Susanista Oportunamente Español se abstendrá. Abstenerse proviene del latín abs-tinēre. No tener. no tener a donde volver, no tener valor para ir a unas terceras elecciones, no tener palabra, no tener vergüenza…
P.D. 3: Y de Jerez, ¿qué?... Esta semana es fundamental. ¿Se contagiaran de Ferraz y mandarán al Susana Corps a desterrar a la Sanchez jerezana a Diputación? Lo mismo el PP les devuelve el favor.