El dilema del prisionero de la izquierda en Andalucía

"El analista que escribe este artículo se atreve a afirmar que habrá candidatura única de la izquierda andaluza"

José Antonio Jiménez, de Iniciativa por el Pueblo Andaluz, Esperanza Gómez, de Más País; Modesto González, de AxSí; forman Andaluces levantaos.
José Antonio Jiménez, de Iniciativa por el Pueblo Andaluz, Esperanza Gómez, de Más País; Modesto González, de AxSí; forman Andaluces levantaos.

Ante las casi inminentes elecciones para la Junta la izquierda en Andalucía se enfrenta a un dilema del prisionero propio de los manuales de teoría de juegos. La propuesta de Yolanda Díaz, secundada por baronesas territoriales de la izquierda en España, se ha visto alimentada en estos días con planteamientos de candidatura única por parte de un grupo de Profesores Universitarios encabezados por el mediático Catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla Juan Torres López y acompañados de otras personalidades relevantes entre las que destaca el histórico y mesiánico dirigente jornalero del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) Diego Cañamero Valle.

Pero ¿por qué se plantea esta candidatura única a las elecciones de la Junta de Andalucía como un dilema del prisionero de manual? En primer lugar, hay que resumir brevemente en qué consiste el dilema del prisionero. En la teoría de juegos para poder llevar a cabo las estrategias de maximización del rendimiento los jugadores se plantean supuestos hipotéticos en los que los participantes se encuentran en la disyuntiva de cooperar, obtenido un resultado óptimo en base a las estrategias del resto de jugadores, o no cooperar, intentando que se máxime su rendimiento ante la posibilidad de que la otras partes igualmente se decanten por la no cooperación.  

En el dilema del prisionero clásico la policía arresta a dos sospechosos, los separa e incomunica y le plantea la siguiente matriz de decisión a cada uno de ellos:

El dilema del prisionero
El dilema del prisionero

 ¿Cooperarán los dos prisioneros para minimizar la pérdida total de libertad o uno de ellos, confiando en la cooperación del otro, lo traicionará para quedar en libertad?

Aplicando la teoría de juegos al comportamiento colectivo de los actores si bien la estrategia dominante será la de no colaborar pues de esta forma se máxima el rendimiento - para el caso del prisionero éste saldrá en libertad-, se plantea cooperar ya que esta acción se convierte en la opción más lógica a pesar de tener que ceder en parte de las pretensiones iniciales. Sintéticamente expresado. Cooperar significa optimizar el rendimiento mientras que no cooperar plantea maximizar el rendimiento, por tanto, para conseguir alcanzar la situación de equilibrio –Nash- se requiere la confianza y cooperación de las partes para que el resultado final de la cooperación cristalice en un rendimiento óptimo de la situación producida.

Teniendo en cuenta los planteamientos básicos de la teoría de juegos la situación producida de cara a las elecciones se plantea como la estrategia domínate, la que maximiza los resultados, la de no cooperar. Sin embargo, la acción de los actores, políticos en este caso, puede llegar a producir un resultado de cooperación que optimice el rendimiento dando lugar a una candidatura única, si finalmente se cumplen los presupuestos básicos  del dilema del prisionero. Hagamos un repaso de la situación de los actores.

En primer lugar, debemos reflexionar sobre la posición del actor dominante y propiciador de la situación, Unidas Podemos (UP). Para este actor la estrategia está prácticamente diseñada desde los aparatos centrales de las organizaciones en Madrid. UP es consiente del desangre que supone para su organización que la izquierda andaluza opte por presentarse a unas elecciones con tres papeletas con opciones de obtener representación. Presentes en el Gobierno de España su iniciativa, y casi obligación, es reeditar el pacto de Gobierno en Andalucía para de esta forma apoyar el próximo ciclo político en una victoria que anime y entusiasme a su electorado que en los últimos tiempos ha asistido a la digestión de algún que otro anfibio acuático de gran tamaño. Sin duda para UP la estrategia dominante será la cooperación, y si para ello debe ceder alguna de sus pretensiones, así lo hará pues al final de cuentas, posteriormente en los cuatro años de consolidación, la estructura política de base y la experiencia política en las instituciones como apoyo de la odiada y amada madrastra PSOE se impondrá y donde dije confluencia, digo afluencia - utilizando de nuevo el símil acuático-

La segunda de las patas de este banco se presenta en la nueva coalición de Andaluces Levantaos (AL) liderada por Esperanza Gómez de Más País Andalucía, Modesto González de Andalucía por Sí y José Antonio Jiménez de Iniciativa del Pueblo Andaluz. En el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces (Centra) los resultados vaticinaban la coalición obtendría representación. Además con su irrupción la coalición logró haber puesto en la agenda política andaluza la regeneración del espacio político ideológico el andalucismo socialdemócrata y ecologista que el extinto Partido Andalucista había dejado.  Para esta coalición la estrategia dominante sin duda sería la de no colaborar, pues, con pocos meses de vida y con un futuro organizativo prometedor en el espacio municipalista, obtener representación en el Parlamento de Andalucía supondría un avance importante en las dinámicas de expansión de la propuesta política andalucista. Por otra parte, el dilema de AL se plantea en base a que el resto de los actores colaborase ya que en este supuesto se plantearían algunos de los siguientes interrogantes: ¿en qué posición quedaría ante el electorado? ¿comprenderían los electores que ante el ofrecimiento de colaboración la coalición AL optase por “conformarse” con unos resultados de perfil bajo para asentarse en las instituciones? ¿el relato de campaña los acusará de romper la izquierda?  ¿con este estado de opinión generalizado sería posible optar a una competición electoral con garantías e igualdad de condiciones? ¿contravendría la coalición a las dinámicas de otros territorios como Madrid o Valencia que decididamente han mostrado su apoyo a la ministra de trabajo? Para estos interrogantes la respuesta de este analista está clara. La coalición AL cooperará en una candidatura única y ¡los demás lo saben …!

Llegados a este punto el último de los actores, el partido político Adelante Andalucía (AA) liderado por la carismática Teresa Rodríguez se plantea como la tercera en discordia. Últimamente las diferencias dentro del grupo motor de la organización se han hecho patentes y son conocidas las opciones divergentes de “algunas históricas”. No colaborar además de plantearse como la estrategia dominante está incrustado en el ADN fundacional y estratégico del anarquismo político del que Anticapitalistas Andalucía es referente. Por otra parte, no colaborar en base a la unión de la izquierda en la candidatura única daría opción a los irreductibles peninsulares del istmo a ocupar el espacio huérfano del andalucismo nacionalista andaluz que el alcalde de Cádiz y pareja de Teresa en declaraciones a la Cadena Ser declaró como el espacio político que aspiran a ocupar. Sin embargo, AA es también es consciente de la cooperación de todos los actores, es consciente del relato que se impondrá demonizando a la pareja gaditana y acusándola de todos los males de la izquierda, actuales y pasados desde los tiempos de León Trotski. También es consciente, o al menos así lo creo, que el relato de la ruptura de la izquierda, la denominación en tono despectivo de CUP a la andaluza, el recurso fácil hacia los antisistema e incluso la sempiterna proclama de que el andalucismo es de derechas, apuntaran con el dedo acusador a Teresa Rodríguez. Cooperar pude llegar a ser opción para Teresa Rodríguez, pues, en el poliamor político los reencuentros después de divorcios pactados, además de la efusividad química del momento, garantizan estabilidad emocional, al menos por un tiempo, hasta que te pongan las maletas en la puerta de la casa común …

En síntesis, bajo los supuestos de la teoría de juegos, ante el conocimiento de los actores de los pros y contras de sus acciones y con la salvedad de la incertidumbre de los indómitos libertarios del istmo y las irreductibles roteñas (aquí no se aplica el símil acuático sino el gentilicio) el analista que suscribe este post con un margen de error estandarizado por las contingencias propias de los fenómenos sociales se atreve a afirmar que habrá candidatura única de la izquierda andaluza.

Nota a los mediadores: la profecía autocumplida no cuela, muestren los microdatos de sus encuestas o callen para siempre.

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