El último error de Susana, por ahora

Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz, en una entrevista reciente.

Nos tiene acostumbrados Susana Díaz a cambios copernicanos en su trayectoria política y en los últimos días ha dado otra vuelta de tuerca a esa línea ambivalente de conducta. Hasta hace dos días venía sosteniendo la todavía lideresa del socialismo andaluz que no había necesidad alguna de adelantar el proceso de primarias para decidir quién sería la alternativa electoral a Juanma Moreno en las filas del Partido Socialista por cuanto éste había manifestado su intención de no adelantar las elecciones y ella, en un acto de fe sin precedentes, así lo creía y como prueba de ello argumentaba el acuerdo presupuestario de las derechas en nuestra comunidad.

Pero lo que importa es la última decisión de Susana, que sobrevolando el espacio aéreo de la ejecutiva federal, ha querido anticiparse a lo que todo el mundo ya sabía, que este pasado jueves Ferraz convocaría las primarias en el seno del socialismo andaluz. Susana ha querido una vez más hacer de la necesidad virtud queriendo hacernos pensar que la decisión del adelanto es suya y no de la dirección federal.

Nada más lejos de la realidad, la dirigente socialista estaba ya ante el espejo de lo inevitable del adelanto de las primarias y ha querido simular una iniciativa que no era tal sino más bien la crónica de una muerte anunciada. Ferraz tenía decidido hace ya algún tiempo que tras las elecciones madrileñas, fuese cual fuese el resultado, debía abrirse el proceso de primarias en Andalucía para evitar sorpresas como las de Madrid que les dejaron sin margen de maniobra, por lo sorpresivo de la convocatoria, para elegir al candidato de la comunidad en un contexto de polarización donde Gabilondo no iba a ser la mejor opción.

Sólo bastaba con analizar la decisión de una susanista confesa, la secretaria general de Cádiz Irene García, de proponer el debate en su ejecutiva para llegar a la conclusión de que Díaz daba por perdida la batalla del adelanto y mutaba la estrategia. Los primeros días de la semana confirmaban ese cambio estratégico que ahora pasaba por copiar de manera descarada la esencia de lo que fue la campaña de primarias del propio Sánchez, la resistencia al aparato del Partido,  el rechazo a la imposición de candidato Y la libertad de decisión de los militantes que se resumen en el ya conocido lema de “un militante, un voto”.

Lo que de verdad importa, más allá de los repentinos cambios estratégicos de Susana, es que ya hay fecha para las primarias, el 13 de junio día de San Antonio de Padua, patrón de los amores imposibles que es en lo que ha devenido la relación de Díaz con el electorado socialista en nuestra comunidad y también con una buena parte de la militancia.

La actual portavoz socialista ha anunciado, en un ejercicio innecesario de obviedad, que se presenta a las primarias, cuestión en la que Juan Espadas tampoco ha perdido ni un segundo. Queda por delante un mes emocionante en el que el susanismo quiere jugar a la desesperada la carta del victimismo heredado de la campaña de Sánchez frente a la frescura de palabra y obra que representa Espadas camino de convertirse en el revulsivo que necesita el Partido Socialista de Despeñaperros hacia abajo, una bocanada de aire fresco tan necesaria como oportuna.

[Al término de esta columna, aún no era oficial la candidatura de Luis Ángel Hierro, confirmada a última hora de este viernes].