Mochila no, un macuto de legionario

Araceli Maese, secretaria de Organización del PSOE de Cádiz.

A mediados de semana comparecía por primera vez en el proceso de confrontación interna del socialismo gaditano la Secretaria de Organización y diputada andaluza Araceli Maese. Resultaba extraña su ausencia mediática en semanas anteriores en las que García se jugaba algo más que encabezar la candidatura de la delegación gaditana al Congreso Federal. Pero he aquí que tras la derrota de la Secretaria General ha aparecido por fin su supuesta mano derecha para añadir más leña al fuego bajo la apariencia de pedir una mayor normalidad en este proceso que ya tiene, desde el pasado jueves, calendario.

No cabe duda que Maese ha errado el tiro en su comparecencia del pasado miércoles ofreciendo una versión maniquea de la situación interna arrogándose para los suyos, los de García, el papel de buenos y condenando a los infiernos a los ganadores del último proceso, los de Ruiz Boix. Pero además ha cometido el error de residenciar el cuestionamiento interno de García en el hecho de ser joven, mujer y sin mochila, tres elementos que no resisten el más elemental de los análisis.

Nadie va a dudar de que Irene García es todavía joven pero tampoco conviene obviar que lleva más de década y media ejerciendo cargos institucionales de relevancia, cabe recordar que desde dos mil tres, hace ya dieciocho años, cuando fue elegida concejala en Sanlúcar de Barrameda y diputada provincial, no ha dejado de ostentar cargos orgánicos e institucionales en su mayor parte de la mano de quien esto escribe. Y es precisamente esa juventud tan intensa lo que deja sin efecto su fecha de nacimiento.

El segundo argumento que utiliza Maese, el hecho de ser mujer como causa de la oposición a sus pretensiones de continuidad y con ello extendiendo la sospecha de antifeminismo sobre sus adversarios internos, no deja de ser una falacia con aspiraciones de embuste planetario. Debería haber repasado las hemerotecas la Secretaria de Organización antes de haber hecho uso de este argumento. Recuerdo que en momentos en que la que fue alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, se encontraba en dificultades internas hizo uso del mismo mantra, era cuestionada por ser mujer.

Más tarde, muy recientemente, en las primarias andaluzas frente a Juan Espadas fue Susana Díaz quien hizo suyo ese razonamiento. Si nos atenemos a los resultados de esos procesos, en las que ambas resultaron perdedoras, malos augurios se ciernen sobre la candidatura de García porque además de las hemerotecas también apunta a ello la falsedad del argumento, en un partido como el socialista donde hace ya mucho tiempo se consiguió la igualdad real entre hombres y mujeres.

Pero lo que realmente termina por empañar la argumentación de Maese es su referencia a que García es una política sin mochila en un ejercicio de cinismo exuberante. García no tiene mochila sino más bien un macuto de legionario donde convivimos Griñán, Susana, Espadas, los hermanos Román, los asesores de la Diputación y hasta yo mismo. La afirmación de Maese no resiste el más mínimo análisis histórico y sólo puede explicarse por un intento a la desesperada de blanquear la figura política de su Secretaría General.

Hasta tal extremo ha llegado el ruido mediático y de redes sociales que el propio Espadas ha tenido que intervenir llamando a capítulo a la Daenerys Targaryen gaditana para que le dé descanso a sus dragones que amenazan con dejar la sede de San Antonio como el Trono de Hierro y todo Desembarco del Rey en el último capítulo de Juego de Tronos.