Cuando se van apagando los ecos del Congreso Federal, el celebrado este fin de semana en Valencia, toca hacer un análisis de los resultados obtenidos por el Partido Socialista de Cádiz en ese conclave cuyo mensaje más importante parece haber sido el de la unidad del socialismo español en torno a la figura de Pedro Sánchez quien no ha tenido pudor en reconducir sus relaciones con quienes le precedieron en el cargo ahora que vienen curvas en el tránsito hacia el final de la legislatura.
Si nos circunscribimos a nuestro espacio más cercano y analizando lo conseguido por la dirección provincial en los órganos federales cabe concluir que a Cádiz le ha tocado el reintegro mientras Sevilla se ha llevado el Gordo del sorteo y Jaén, Huelva Córdoba y Málaga los segundos y terceros premios. Cádiz ha perdido la posición que ostentaba en la Ejecutiva Federal, la ocupada por la romanista María Jesús Castro, y ha tenido que conformarse con la presencia de García, Fran González y José María Román en el Comité Federal del que ya formaban parte los dos primeros.
Esta es la cruda realidad por mucho que el equipo de comunicación de García, que brilla a más altura siempre que la propia jefa, nos quiera convencer desde primeras horas del domingo de que el resultado obtenido es la leche, que diría un castizo. Me imagino que la procesión va por dentro y que cuando el jet lag del viaje a tierras levantinas se pase tendrán una visión más real de la pérdida de representación del socialismo gaditano en las altas esferas federales, cuestión que con García viene siendo reiterada una y otra vez, se trate listas orgánicas o electorales.
Y ahora, a lo largo de esta misma semana, toca configurar la lista de delegados al Congreso Regional para lo que García, consciente de su debilidad interna, parece haber sacado bandera blanca como si de la canción de Manuel Carrasco se tratara. No se entiende de otra manera la referencia a la extrapolación de la unidad del Congreso Federal a la esfera del socialismo gaditano. Cabe preguntarse si sólo es un ardid más para ganar tiempo o está dispuesta a reconocer los resultados de la elección de delegados celebrada días atrás. Sólo el tiempo nos sacará de esa duda y revelará cuáles son sus verdaderas intenciones y las de sus adeptos.
También esta semana debe reunirse la Ejecutiva Provincial para convocar el Comité que dé el pistoletazo de salida para lo que realmente importa a unos y otros, el Congreso Provincial que debe elegir la nueva dirección del socialismo gaditano. Pero antes habrá que ver cuál es el resultado del Congreso Regional para el que Espadas se ha creado en Valencia algunas enemistades por no atender a las mayorías provinciales en Andalucía. Su discurso de la neutralidad empieza a parecerse al que acuño Griñán en vísperas de la contienda entre los añorados Rubalcaba y Chacón, la neutralidad activa que se pudo comprobar que ni era neutralidad y que tan sólo era proactiva a favor de uno de los candidatos.
En fin, el tiovivo sigue girando y no sabemos qué sorpresas puede depararnos en los próximos días con el censo de militantes aún abierto y un proceso orgánico que más bien parece un campo de minas. Quizás García tenga la tentación de gastarse el reintegro en el próximo sorteo olvidándose de su socorrida llamada a la unidad a rebufo de lo hecho por Sánchez o tal vez despierte de su sueño antes de que se convierta en pesadilla.
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