En España se reivindica el día del orgullo, se ondea la bandera, se ofrece a los ciudadanos de este colectivo y a los de otros países del mundo en los cuales su legislación no contempla los derechos que en España se han logrado, la comprensión y el apoyo “en lo posible” de sus reivindicaciones.
No opino al respecto, pero si respeto a las mayorías y eso es lo importante. La libertad y el respeto. Sin embargo, hay otros grupos de personas que vivimos en el mismo espacio de ciudades, con legislaciones y derechos amparados por la UNESCO pero no se cumplen.
Con la meta de “no dejar a nadie atrás”, la UNESCO contribuye activamente al marco institucional propicio de la estrategia de la inclusión de las Naciones Unidas para la inclusión de la discapacidad. La agencia de las Naciones Unidas que trabaja en la construcción de sociedades del conocimiento inclusivas, brinda apoyo técnico a sus Estados Miembros para cumplir con la normativa y estándares internacionales, como la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, que fue adoptada en 2006.
La legislación española sobre transporte público para personas con discapacidad se centra en garantizar la accesibilidad y no discriminación. El Real Decreto 1544/2007, modificado por el Real Decreto 537/2019, establece las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y uso de los medios de transporte por personas con discapacidad.
Regresando a nuestro país y concretamente a nuestra provincia y a nuestra ciudad ¿Qué normativa obliga a aplicar la accesibilidad universal en España? Lo podemos comprobar en el Real Decreto 193/2023, de 21 de marzo, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los bienes y servicios a disposición del público.
¿Qué es la accesibilidad en el transporte?
En la estación de Jerez las personas mayores o con discapacidad y problemas físicos, tienen que aguantarse, siendo discriminados por no poder acceder a todas las vías o andenes. En muchos casos como me ha ocurrido a mi, la ida fue sin problemas pero al regresar no pude salir del andén y no me dieron más opción que volver nuevamente al punto de partida para que al entrar nuevamente en la estación de Jerez, el maquinista cambiara la vía y las personas en silla de ruedas o muletas pudiéramos salir del andén y regresar a nuestro domicilio.
Desde Sevilla parten las decisiones para dar solución al problema y la oferta primera por su parte, era mi regreso a la estación más cercana, allí tomar un taxi que Adif prepararía para el regreso a mi domicilio, mi sorpresa fue que a los pocos minutos cambiasen de solución y vergonzosamente me hicieron regresar a la estación más próxima pero no para regresar en taxi, sino para esperar que el último tren que llegaba a Jerez procedente de Cádiz el maquinista hiciera cambio de vía al regresar.
Llegue a mi domicilio a las 12 de la noche teniendo que pagarme un taxi por no poder contar ya con servicios de autobuses de Jerez. La estación protagonista consta de tres ascensores “subida y bajada” pero no dispone de escaleras mecánicas que puedan aliviar el trasiego diario que supone a los ascensores, el exceso de uso y los años que tienen, el turismo, el aeropuerto y las salidas a las playas, las bicicletas etc. son circunstancias que necesitan su uso. Pero lo esencialmente importante es: el derecho de las personas mayores y los discapacitados, según amparan las legislaciones descritas en los párrafos anteriores.
Desde el 2018 las averías son constantes, las piezas de reparación “según los técnicos” ya no solucionan el problema, ya que cambiar los ascensores sería la solución definitiva. De primera mano hasta que se pueda realizar, cambiar los tornos donde se controla el billete de salida y entrada situando estos en otro andén, donde no es preciso el ascensor podría ser la solución.
No olvidaré jamás, la preocupación y desasosiego que sufrieron en 2018, unos jóvenes en silla de ruedas , “con enfermedad de ELA ya fallecidos, que al igual que yo discapacitada por enfermedad congénita reumatoide y fibromialgia caminando con mi bastón”, regresábamos de darnos baños en Playa Victoria en el estupendo módulo habilitado para ello , gracias a mi madurez, ante su juventud y el haber tenido que luchar y reivindicar circunstancias como víctima de violencia de género, pude resolver por el momento esa otra situación y aunque nos hicieron esperar bastante en la estación al llegar, nos extendieron un puente a pesar del riesgo que suponía , pasando finalmente al andén que nos llevaba a la salida de la estación.
En el periodo estival en el cual nos veíamos en el módulo y regresábamos juntos desde la estación de Estadio en Cádiz, pude solidarizarme y aprender de ellos. Doy gracias a Dios por haberles conocido. Una hora antes de regresar yo me encargaba de avisar de nuestra llegada para que cambiaran la vía, llamando desde mi móvil, a un número que me proporcionaron “entonces” y que actualmente está inhabilitado porque jamás lo atienden.
Tiempo han tenido de resolverlo, todo caduca en la vida y la misma vida también. No es la única estación en la que ocurre en la provincia y en el país, pero la mayoría tienen alternativas de escaleras mecánicas al menos, para aliviar el desgaste, ya que por añadidura en general en toda la provincia y en todas las estaciones de nuestro turístico país, el mantenimiento es nefasto. Una estación preciosa en uso desde 1930 tiene que conservarse, tiene que evolucionar y tiene que ser para todos por derecho legislativo.
A quien proceda: el asunto es bastante grave, queremos crecer, queremos ser capital de la cultura 2031, yo seré feliz si puedo vivirlo, es la cultura un motor clave en mi vida, pero no se puede olvidar que es para todos. Una accesibilidad en las calles, un transporte urbano sostenible y una red ferroviaria que cumpla con lo establecido en las legislaturas para los derechos de todos es lo que reivindico.