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Los medios de comunicación se hacen eco del comentario machista que dijo un concursante de 'MasterChef5' destacando el cabreo que se cogió la chef del jurado. 

Escuché en "directo" -recordemos que el programa está grabado y se entrega en diferido- el comentario gratuito de José Luis, uno de los concursantes de la quinta edición del talent show de cocina de RTVE, MasterChef. "Será que me va a bajar la regla", soltó tan pancho. Nadie, por lo que muestran las imágenes, se rio. Las reacciones fueron otras: sorpresa, indignación... Al menos, por parte del público femenino. "Ese comentario ha sido totalmente desafortunado", murmuró Paloma a Silene, ambas, concursantes de la competición. "Pero porque es machista, ya lo sabes", le devolvió ella. Nadie más comentó el insulto que un hombre "castizo y fuerte", como él mismo se define en la página web del programa, propició para justificar el mal plato que había elaborado.

Nadie, hasta que salió el siguiente plano. Samantha Vallejo-Nágera, chef española con más de 20 años de experiencias en las cocinas y directora de su propio catering Samantha de España, levantó la ceja y espetó: "Esto es una vergüenza. Una vergüenza tu plato y una vergüenza lo que acabas de decir sobre las mujeres". Acto seguido, dio un paso atrás, nerviosa y continuó: "Las mujeres trabajamos exactamente igual todos los días y nos dejamos la piel. Has dicho una cosa como para hacerte el gracioso pero aquí no se viene a ser gracioso, se viene a cocinar. Hay 20.000 personas que se han quedado fuera, tú has entrado, has demostrado en el casting que tenías mucha pasión y no sé que te pasa pero estás apagado. O te pones a cocinar o te vas a casa, sea el día que sea del mes". Cuando la chef acabó su intervención mi primer impulso fue aplaudir. Le dio una guantá sin mano. Lo bordó, y sobre todo porque pareció que no solo se la daba a él, sino a todos los hombres. 

Sí. A todos. Porque todos, sin excepción, habéis hecho bromas sobre cómo nos afecta nuestro periodo menstrual. En casa, en el trabajo, con las amistades... Es gracioso, habláis como si tuvierais constancia de qué es, y me parece que os faltan ovarios para saberlo. El machismo que proyecta en determinadas ocasiones este talent de cocina es un claro ejemplo de que es un problema constante y que se sufre y se pelea a diario. En 2015, durante una de las ediciones de MasterChef Junior, el jurado y la presentadora se vistieron como si trabajaran en una terminal. Hasta ahí, todo normal. El problema estuvo cuando los dos chefs, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, fueron caracterizados como comandantes y Samantha Vallejo-Nágera y Eva González, como tripulantes de cabina. La implantación de estos roles a cada uno de ellos se hizo evidente: extender la imagen del hombre que está en un estrato laboral más elevado que la mujer. Quizá no se preguntaron por qué ese disfraz. Quizá no se percataron de la desigualdad que ellos mismos proyectaron. 

En esta ocasión, Samantha Vallejo-Nágera supo actuar y fue la única del jurado que enfureció, como resaltan numerosos medios de comunicación a la hora de titular, a mi gusto, desafortunadamente. "El comentario machista que cabreó a Samantha Vallejo-Nágera en Masterchef", ensalzó La Vanguardia, idéntico al de Huffington Post, que solo cambió el verbo. Pero la chef no fue la única que se indignó, fuimos todas las mujeres. Fue un insulto hacia la mujer. Otros diarios prefirieron tirar por el revuelo que se produjo en las redes sociales: "MasterChef: Polémica por el comentario machista de José Luis, uno de los concursantes", destacó diario Marca. "El comentario machista de un concursante en MasterChef que desata la polémica", tituló ABC. ¿Qué tenían que decir los hombres -concursantes y jurado- al respecto? Parece que nada, ninguno se pronunció y los medios decidieron que la noticia girase en torno al comentario machista y la avalancha de críticas servidas desde Twitter. Pero... ¿Por qué no abordar el tema de la regla?

El propio José Luis se disculpó con un típico "yo no soy machista pero...": "No quiero dejar pasar la noche sin disculparme por el comentario. ¿Machista? No lo soy, a veces la boca va antes que la cabeza". Algunos salieron a defenderle: "No te disculpes. Solo es humor joder, que hasta eso nos quieren quitar estos pieles-finas". Sí, las mujeres, como suelen tildar al feminismo, son unas pieles-finas, unas quejicas, unas estrechas, unas amargadas... Se empieza con el comentario jocoso y se termina normalizando que las mujeres nos escaqueamos usando el recurso de "estoy con la regla". Pero, de verdad, ¿habéis escuchado a alguna gritarlo a los cuatro vientos? Yo, personalmente, estoy a favor de hacerlo. Ya publiqué un artículo en coolt hablando de "lo que ocurre cuando una mujer habla de la regla", y es que aquellos que se ríen de esta es porque no la sufren. Nosotras jamás cuestionaremos lo que duele una patada en las pelotas, pero ellos sí pueden opinar y asegurar imbecilidades sobre nuestro temperamento y nuestros dolores cuando estamos "en esos días". 

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