¿Quieres dejar a mis artistas tranquilos, estúpido hippie tocalotodo? Ya me estoy cansando de tus modales, niñata, de que no hagas las cosas como han de hacerse, de que mancilles mis obras favoritas, de que canceles a mis cantantes de toda la vida, de que critiques las películas de mi juventud. ¿Es que no vas a estarte quieta? Tú y tus estúpidos amigos sois todo lo malo que hay en esta sociedad: insolentes, maleducados, no respetáis nada —empezando por vuestros mayores—, y sólo queréis llamar la atención.
¿Que no estoy preocupado por el cambio climático? Pero imbécil, si cuando tú aún llevabas pañales yo ya estaba viendo Una verdad incómoda, de Al Gore. Seguro que ni te suena, claro, porque ahora las chiquillas como tú sólo miráis vídeos de 8 segundos en instagram y no tenéis paciencia para ver con calma un documental ni leer un buen libro. Arrogantes, eso es lo que sois, unos arrogantes. ¿Que si no hicimos nada contra el cambio climático? ¿Pero qué habríais hecho vosotros, malditos niños, con vuestras gamberradas y salvajadas? Os creéis que por una estúpida protesta como ésta vais a hacer algo. Sois absurdos.
El cambio climático es una desgracia, sí, pero ya no podemos cambiar nuestra cultura. ¿O es que acaso vamos a dejar de viajar? ¿Vamos a parar de producir? ¿Y nuestros trabajadores? ¿Es que no pensáis en la clase trabajadora? ¿Qué queréis? ¿Cerrar fábricas y que haya más obreros en el paro? ¿Más pobreza? Si es que sois unos burgueses. Ah, claro, que ahora estáis con la murga de repartir el trabajo. Es absurdo también, ¿no os dais cuenta? Si trabajamos menos cobraremos menos, consumiremos menos, haremos girar menos la economía. ¿Que todo está mal? Eso ya lo sé yo, imbécil arrogante, si llevo en el sindicato 30 años, entiendo mucho mejor que tú la economía y lo que necesita este país. Deja en paz mis fábricas, a mis trabajadores y a mis sindicatos de toda la vida que han conseguido mucho más que tú y tus amigas las hippies.
Y sobre todo dejad en paz el arte, malditos vándalos. Los obreros hemos luchado mucho tiempo para tener acceso a estas obras que antes estaban reservadas para la gente más rica. Qué más da que no tengamos ni puñetera idea de arte porque nos pasamos la vida trabajando, que apenas paseemos 7 segundos por delante de cada obra, que no sepamos reconocer una copia de un original ni en un millón de años. ¡No te enteras! Me la suda tu absurda protesta, tu puñetero empoderamiento juvenil, id a radicalizarse a otra parte.
Estás vulnerando mi derecho a pagar 20 pavos durante mis quince días de vacaciones para pasear por delante de todo un Van Gogh y hacerme un selfie. Y qué si tenéis que protestar, hacedlo donde no molestéis. De toda la vida se han hecho manifestaciones en la calle, id ahí donde no perturbáis a nadie y respetad nuestros iconos culturales de siempre. Me da igual tu puta manía con ahora querer relacionarlo todo con el cambio climático. Estoy harto de que ahora que los currelas como yo podemos viajar en avión, estéis en contra de los vuelos. No quiero comer putas acelgas en una barbacoa, quiero un maldito asado. ¿O es que también nos queréis quitar esto? Estáis en contra de los trabajadores porque estáis en contra de que tengan placer, el placer que les ha sido negado durante siglos. Sí, es nuestro momento de comer chuletones, aunque estén rebosantes de antibióticos y aumenten los casos de cáncer de cólon de forma alarmante. Es nuestro momento, joder. ¿Qué quieres que te diga? ¿Que queremos ser como ellos? ¡Pues sí, es verdad! Queremos ser como los ricos, después de tantos años nos toca a nosotros. Mi generación se calló la boca en la dictadura, nos comimos una transición de mierda, la crisis, la entrada del euro y muchas mierdas más, como para que ahora nos quitéis las barbacoas, los vuelos a París los findes de semana o mi plaza de aparcamiento debajo de casa. Si seguís peatonalizando calles, ¿dónde quieres que me meta el SUV?
Estoy harto de vosotros, estúpidos niñatos, con vuestras absurdas formas de protesta. Estoy cansado de que hagáis cosas que yo no entiendo, que os organicéis como nosotros nunca hicimos antes, que luchéis por causas con las que no empatizamos. Dejad de dar la murga con el consumo de carne, con los coches, con el cambio climático, con los perros de caza y con el maldito decrecimiento, que es bonito hasta que os quiten los móviles. A ver qué haceis sin TikTok o Instagram, malcriados. Os creéis que podéis levantaros un día y lanzar un bote de tomate a un Van Gogh con un cristal blindado de 6 centímetros de grosor porque pensáis que vais a heredar el mundo. Pero, ¿no os dais cuenta de que no os vamos a dejar ni medio planeta que habitar?
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