Crueldad animal, crueldad social

celebracion-torneo-toro-vega-tordesillas_ediima20130917_0279_4.jpg
14 de septiembre de 2016 a las 06:40h

Esas fiestas ''populares'' cargadas de crueldad y sangre, son el “pan y el circo” de quienes carecen de valor para enfrentar los problemas, y las soluciones, a los que nos someten

Con las grandes tragedias humana que padecemos, quizás sea un tanto frívolo destacar lo sucedido. Y cuanto sucede con la matanza cruel de animales en la brava tierra española. Ese populacho ebrio de sangre. Como el toro de la Vega. Una tradicion a la que se pretende adornar como legado cultural. Qué aberración. Herederos de los circos romanos en los que también se asesinaban a las personas por diversion.

Y este esta es la base “cultural” de este problema. Lo mismo podía tratarse personas señaladas o estigmatizadas por algún hecho no aprobado o contrario a la tradición “cultural'' , o las costumbres de esa comunidad. De ese poblacho perdido como Tordesillas, y que gracias a estas crueldades, adquieren la notoriedad y relevancia que de otra forma no tienen. Carecen estos pueblos que promueven estos “festejos de muerte” de cualquier incentivo que puedan, como elevar como un baluarte a la decencia y la magnanimidad humana. No dan para mas. Y es lo preocupante en esta España atrasada en los valores mas nobles del hombre, que igual no hubiese “inconvenientes”  en seguir quemando en la hoguera, o dando garrote vil, como tradición y legado ancestral. No es casual que un ilustre vecino diga que es muy necesario matar a ese toro, porque esa brutalidad podia darse en los hogares de Tordesillas. 

El fanatismo y la depravación es un valor en alza que atrae a turistas y nos revuelve el estómago. ¿Dónde vivimos? No se puede tolerar por más tiempo esta especie de orgía, promovida por una sociedad jerarquizada y atávica que nos atenaza con la xenofobia, y amenaza como una hidra fascista por parte de quienes nos quieren retornar a los tiempos más oscuros de la historia. Y no pasemos por alto, no cabe la ingenuidad. Estas costumbres en las tradiciones culturales, religiosas, chovinistas o que reclaman una orgullosa identidad heredada de los ancestros, suponen el caldo de cultivo de las aberraciones y las miserias morales que nos deparan en el futuro.

Esas fiestas ''populares'' cargadas de crueldad y sangre, son el “pan y el circo” de quienes carecen de valor para enfrentar los problemas, y las soluciones, a los que nos someten. Aunque son esta gentuza cavernícola. Abundante en nuestra fauna social, el verdadero problema. El peligro que hay que atajar.

José Caballero I.