Luis Miguel Garrido, biólogo y miembro de Podemos Jerez
Podría ser un día cualquiera de un mes de mayo de un año cualquiera, pero no es así porque algo ha cambiado radicalmente, porque ha nacido una nueva ilusión, una nueva forma de entender las cosas, un nuevo sentimiento. Hemos comprobado que España está cambiando, o al menos, una parte importante de ella. Sólo ha hecho falta mezclar el reactivo adecuado en el momento adecuado y aliñarlo todo con tesón, trabajo, honradez, verdades, juventud, experiencia, preparación, dignidad, esperanza, amistad, compañerismo, amor, lealtad, inspiración, liderazgo, cultura, educación... En fin, todo lo que algunos han perdido o nunca conocieron.
En enero pasado nació un movimiento ciudadano que empezó a respirar y a suspirar a la vez que abría los ojos en la oscuridad. Pero gracias a la sonrisa de todos los que lo contemplaban, la oscuridad fue dejando paso a la luz, a las imágenes, al entorno cercano. Y comenzó a alimentarse con una dieta sana, llena de alimentos sabrosos aunque, por desgracia, poco abundantes en estos días. Todos tratamos que ese bebé creciera sano y fuerte, sin prejuicios y limpio de cuerpo y alma. Unos aportaban algo de aquí, otros de allí... Unos más, otros menos... Una vez a la semana, o a la quincena, o al mes... Con esfuerzo e ilusión... Desinteresadamente y sin que nadie lo pidiera. Después tuvimos que tomar una decisión, sin esperar más para comprarle los primeros zapatos para que aprendiera a andar cuanto antes y así poder empezar a valerse por sí mismo. Acertamos en la decisión y compramos un calzado a su medida: Barato, de calidad y fabricado en España. Marca EU, la que había en la única tienda que encontramos abierta en domingo. A las 11 de la noche nuestro bebé empezó a andar y sorprendentemente con paso firme, despacio pero con decisión y bajo la atenta mirada de sus progenitores, más de un millón doscientos mil orgullosos padres, abrazados, besándose a ratos, llenos de orgullo, saltando de alegría, brindando, compartiendo el momento e inmortalizándolo frente a una pared blanca en la que alguien había escrito el nombre de su hijo. Fue un momento mágico, indescriptible y lleno de emoción e incredulidad. Ese bebé había dado sus primeros cinco pasos... Cinco maravillosos pasos que fueron llegando uno tras otro, con decisión y seguridad en lo que estaba haciendo, gracias por supuesto a esos alimentos que había tomado desde que nació, que aseguraron la llegada del fruto deseado.
El lunes todos nos despertamos con la resaca de las emociones vividas el domingo y con una sonrisa reflejada en el espejo, porque sabíamos que no era un lunes cualquiera. Ya nada puede ser igual, porque ahora ya no hay vuelta atrás. Pero no hemos conseguido nada definitivo aún, porque nuestro bebé aún tiene que aprender a mantenerse de pie, fortaleciendo sus piernas y ejercitando el corazón. Tiene que aprender lo que es el trabajo, los amigos, la dignidad, la honradez, la verdadera democracia, la solidaridad, la ayuda desinteresada, el respeto... y eso lo aprenderá de sus padres, pues ellos han conocido la pérdida de todos esos valores que hacen indestructible a una persona a pesar de lo que venga. Para ello seguiremos trabajando y así aunaremos el esfuerzo de más padres que se sumen a esta gran responsabilidad de criar a un hijo lleno de valores y de esperanzas. Juntos lo lograremos, hablando de lo que nos une a la mayoría y apartando lo poco que nos separa. Así hasta que el país entero sienta como propio a este hijo que el domingo dio sus primeros pasos y para el que deseamos que todos tengan paciencia, dedicación y confianza.
Para terminar quisiera recordar las palabras que la mañana del lunes dedicó un padre a su hij@ nada más amanecer... "Buenos días en el primer día del año uno después de PODEMOS... ¡la que habéis liao!"
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