El 15M en Jerez. El movimiento indignado abordó la cuestión de la democracia parlamentaria.
El 15M en Jerez. El movimiento indignado abordó la cuestión de la democracia parlamentaria.

Era un domingo caluroso y se celebraba que el 15M hacía algunos años que se echó a las plazas. Me levanté de la cama con ilusión para ver a los de siempre. Digo a los de siempre porque de los miles que se fueron a la calle el primer año, solo han insistido los que anteriormente ya estaban en la lucha colectiva, salvo excepciones. Cuando llegué a la plaza del Arenal y me encontré con ellos me vine un poco abajo por el poco público, tengo que reconocerlo, pero algo me hizo salir de mi pesimismo porque en mi cabeza empezó a rondar una duda :

¿Qué es mejor que hubieran asistido al evento 3.000 personas en Jerez o que ya estemos en los ayuntamientos, diputaciones y en los parlamentos ?

Evidentemente ambas son válidas, ni blanco ni negro, pero teniendo en cuenta el caso de Jerez, un pueblo poco entregado a la movilización, la segunda cuestión de la pregunta me reconfortaba más que la primera. Sobre todo porque desde sus cargos electos los del 15M invitan incansablemente al ciudadano a participar en sus deliberaciones cuando están ocupando un cargo. El otro día pude votar lo que se iba a llevar a un pleno, algo maravilloso.

Imaginemos que el sistema es una persona y que está enferma ¿Solo por eso queremos matarla? Porque tiene una bacteria mortal, ¿la matamos solo por el mero hecho de tenerla? Sin tener en cuenta que con las dosis adecuadas de antibióticos podemos salvarla y devolverla de nuevo a una salud correcta. ¿Matar al sistema o sanarlo? ¿Qué opinas?

¿Podemos plantearnos cambiar esto sin estar dentro? Me parece una solución demasiado lenta por no decir inocente. Dice el filósofo Carlos Fernández Liria que la izquierda ha sido demasiado ingenua, cediendo al enemigo las armas con las que se confecciona un estado moderno. Cediendo todas las herramientas con las que se fabrica el sistema. Una osadía terrible sería olvidarnos de los grandes personajes de la ilustración, aquellos que diseñaron nuestros actuales modelos de gobierno, los que podemos utilizar y modificar en la actualidad por encontrarnos en otro contexto histórico ¿Creen que podemos refundar un mundo sin las instituciones, sin un parlamento, sin un ejército, sin policías, sin políticos y sin Estado en estos momentos? Lo que debemos hacer es ganarnos estos poderes desde las urnas e inocularles ese antibiótico para sacarles la bacteria del capitalismo que es quien los enferma, los hace inoperantes y predispuestos a la corrupción. Por no decir que favorecen descaradamente a una minoría egoísta y adinerada cada vez con más rapidez.

El magnate de un banco se burla de las batucadas y asambleas, que deben perdurar sin lugar a dudas, llenas de verdad, pero que aun tienen poco calado en la población, salvo en minorías. Porque además la gente en masa no va a las asambleas. Por poner un ejemplo que conozco de primera mano, en Stop desahucios Jerez, hemos recibido a muchos afectados que jamás han vuelto a la asamblea tras arreglarse su problema. Si esto no fuera así seríamos una gran masa social poderosa. Algo que no ocurre. Pensar otra cosa es engañarse al respecto. Repito, de mil afectados agradecidos o desencantados solo quedamos tres.

Es imprescindible tener poder, y hacer experimentos al margen de lo expuesto, es digno y lícito pero es una aventura arriesgada por ahora. Supeditarlo casi todo a la creencia de que el ser humano, inmerso en la evolución de las especies, llegará a conseguir justicia y libertad en un periodo corto es peligroso. El sistema ha de ser nuestro, de todos nosotros. Si hay más de los nuestros en el parlamento mejor, si hay más generales con nuestras intenciones en el ejército mejor, porque habrá menos necesidad de que en un domingo caluroso tengamos que estar en una plaza. Salvo tan solo de una forma didáctica-festiva para conmemorar y recordar que la clase trabajadora y los pobres del mundo hemos derrotado por fin al capitalismo. Hay que estar en el centro del tablero controlando todas las piezas, como un caballo en el ajedrez. Como en Troya.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído