Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Andalucía:
¿Qué piensa hacer cuando las bandadas de mosquitos invadan la provincia de Huelva, la de Cádiz, la de Sevilla, se adentren en las de Córdoba y Málaga y hagan imposible la vida en esas ciudades y pueblos? Sevilla ya sabemos que le importa nada. Pero ¿nada le importa nada? ¿Qué piensa hacer cuando los saltamontes se coman los últimos tallos de las fresas que ahora dice usted defender? ¿O quizá cuando se lo demanden las multinacionales dueñas del comercio de la fresa, instalará desaladoras o premiará sistemas para extraer agua del aire para recuperar el cultivo perdido o a punto de perderse, y dirá “no podemos hacer nada para retirar la sal de los acuíferos; ya Doñana está perdida, no tiene remedio”? En ese momento los cultivos del Condado de Niebla estarán también perdidos, todos, y sus desaladoras servirán para regar, pero no podrán extraer la sal del subsuelo. Ese es su gran error, que quizá no sea un error, porque ya ha sido reiteradamente avisado, pero es un horror preparado, gestado y llevado a cabo por V.E.
Porque V.E. ha confundido riqueza con saturación. Pero alguien tan inteligente y capaz como para llegar a la presidencia de la Junta de Andalucía, no puede ser tan torpe, no puede permitirse torpezas de este calibre, porque en ese caso V.E. detentaría el cargo sin merecerlo, que para ocupar tan alto sillón es obligado estar bien preparado, bien informado y aceptar toda la información objetiva y documentada que se le ofrezca. Ser político, en este caso —el suyo— presupone haber recibido unos votos, pero ello por sí sólo no le puede aportar la formación, la información y el deseo de adquirir ambas virtudes de las que carecería V.E.
Por si acaso, no está de más repetirlo, por si acaso todavía no ha sido capaz de asumirlo y por si acaso quedan zoquetes incapaces de enterarse y/o de comprenderlo: El acuífero del que extraen agua los pozos legales y los ilegales —la diferencia real entre ambos es que los primeros fueron autorizados y los siguientes sobrepasan el límite considerado óptimo por la propia Junta—, ese acuífero se está agotando. Eso significa que llegado un momento se salinizará. Y esa salinización será más rápida y más segura si, a causa del vacío producido en la oquedad dónde se contenía el agua del repetido acuífero, termina por producir un hundimiento que mezcle su agua con la del manantial que tiene justo encima.
Por todo ello, lo primero y más urgente es recuperar el agua superficial robada a la marisma por los drenajes construidos con este fin, lo que incluye el desmontaje de la estación de bombeo que arroja esa agua al mar. Recuperar el agua superficial es imprescindible para recuperar la vida vegetal y animal en los parques Nacional y Natural y en toda la marisma. Y a continuación, a renglón seguido, de inmediato, aplicar medios de riego alternativos para no extraer más agua del acuífero, que es agua de todos y todos la necesitamos, en el Condado y fuera de él, en todo el amplio espacio de Andalucía dónde ese acuífero recibe de o aporta agua a algún río, caño, brazo o marisma.
Esos sistemas ya existen. Se están usando actualmente en lugares tan necesitados de agua como Andalucía, incluso en otros, más al norte, sin problemas con las lluvias. Por favor, señor Presidente, sea sensato y razonable, no siga empeñado en agotar el acuífero porque eso, lo repetiremos una vez más, solo puede conducir a salinizarlo, y entonces no servirá para alimentar a la naturaleza, ni a los seres humanos. Ni para regar, por supuesto. Empiece ya a trabajar en la obtención de agua dulce por otros medios, porque, como debería saber, sólo el 1’5% de toda el agua existente en el Planeta es útil para consumo humano.
No la tire, por lo que más quiera.
Con todo el respeto, máxime si por fin empieza a pensar en Andalucía,
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